Niños futbolistas, niños esclavos

Por mucho que me lo quieran vender, por mucho que me digan que viven en unas instalaciones perfectas y que todo está pensado para ellos, que estudian, que van al colegio, que se preocupan en todo momento de ellos y que son felices; todos esos niños que están en residencias de grandes equipos de fútbol, con edades de 14 años, y en algunos casos de 11, son los nuevos esclavos del siglo XXI.

Y esta nueva esclavitud, pero más perfeccionada, mostrando solamente la cara dulce y no la amarga, es casi similar a la de antaño pero aderezada por el marketing publicitario: el nuevo confeti de colores que oculta la realidad. Este tipo de tiranía sobre la infancia comienza cuando los cazadores de talentos recorren casi a diario cualquier parte del mundo o reciben el aviso de que hay una buena «pieza» que puede interesar.

Entonces, acostumbrados a la ancestral cacería, siguen paso a paso un ritual que no falla. Estos depredadores de almas llegarán al lugar, la examinarán, y si ven que tiene posibilidades hablarán con la familia, le contarán preciosas y maravillosas historias y se la llevarán atada con el lazo de un posible contrato que solucione la vida de todo ellos.

Alejados de sus padres, comunicándose por teléfono o recibiendo esporádicamente alguna visita, vivirán enjaulados en unos centros que llaman «de alto rendimiento» y allí vivirán soñando con llegar un día al primer equipo, pensando que serán unas estrellas, que triunfarán.

Todo parece ideal, maravilloso, genial, fantástico; y los equipos, pasado unos años, presumirán que de allí han salido tal y cual futbolista, que ha ganado no sé cuantas botas de oro, que ha marcado no sé cuanto goles; pero nunca hablarán de los que no triunfaron, de a los que tuvieron que decir: «Tú no vales», de los que devolvieron a casa como muñecos, como trapos.

Es muy probable que entonces esos niños queden marcados por el fracaso y quien sabe si con un problema para toda la vida porque no es lo mismo una decepción vital con 34 años que con 14, pero a quien le importa… de esos, de esos niños, cientos, miles, que apenas levantaban un palmo, no se habla, ni se hablará; quedarán en el olvido, en el silencio, con sus corazones rotos, con sus ilusiones y sueños destrozados, y lo único que habrán ganado habrá sido no haberse educado en un entorno familiar como niños que son, y la vida seguirá como si no hubiera pasado nada. Quizás sea por eso por lo que hay muchos deportistas de élite, niños al fin y al cabo, que no sonríen, como nunca sonrió ningún esclavo.

Acerca de manuelguisande

Periodista, escritor, conferenciante y desarrollador de proyectos creativos
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37 respuestas a Niños futbolistas, niños esclavos

  1. jose angel mendez dijo:

    Tambien susede en la television en el beisbol en las pasarelas de moda y en muchos otros sitios les roban la infancia y les combierten en maquinas de hacer dinero

  2. agarma dijo:

    Muy fuerte.
    Habría que hacerse con los listados -pues listas sí habrá- y acercarse a ellos uno a uno…. quizás si valoramos lo que han/no han recibido y los acompañamos en ese ‘duelo’ hasta el final podrán llegar a ser personas con capacidad de elegir y amar… como cualquier otro… pero sabiendo además que son capaces de cualquier cosa. Ellos pueden.

  3. Leo dijo:

    Lógicamente lo que se lleva es aparcar en muchos casos a los niños en habitaciones con TV,internet,consolas… así que un niño que entrene 2 horas al dia y tenga espíritu de superación es llamativo pero puedo asegurarte que esos niños elegidos por clubes son muy felices porque hacen lo que les gusta y como se acuestan pronto y se levantan pronto pueden hacer además todo lo que hacen el resto de niños que dicen ser libres…Abraciños

    • Hola Leo: Hombre, pero si yo por ejemplo tengo un hijo de 11 años, vivo en La Coruña, trabajo en La Coruña y no puedo cambiar de sitio (imagínate que soy empresario, en el mejor de los casos con pelas, y tengo mi clientela aquí), y me lo llevan a Barcelona… pues no veo la felicidad de no ver a sus padres y que yo no pueda verlo. Y si luego, le dicen que «para casa»… y todo por darle al balón… Que esto funciona así…. vale, pero para mi, para mí, digo, no es normal. Otra cosa es buscar un entrenador por zonas, que fueran los fines de semana a esas zonas etc, otra forma

  4. Mskina dijo:

    Esto ha pasado toda la vida con los internados, y nunca se le ha visto el lado negativo y tampoco pasa nada del otro mundo.

    La decisión es de los padres (pues el hijo va a querer ir, sí o sí)

    • Hola Mskina: Pero en un internado estabas con los externos mediopensionistas y estudiabas por tu futuro, pero en estos centros de alto rendimiento, si no vales… a la calle a los dos o tres años, son cosas distintas. Y el internado estaba cerca de donde vivías, no en el quinto pino

      • mskina dijo:

        Lo entiendo, Manuel, pero es decisión tuya llevar al niño ahí. Es como el que se va a estudiar a un centro de alto rendimiento de Madrid o al que mandas a California porque lo ha becado Google.

        Como todo en esta vida, o eres de los mejores o te quedarás en el camino, que podrá ser más largo o más corto. Pero vamos, que mi idea es que si hay que culpar a alguien, sea a los padres, que son quienes toman la decisión

      • Hola Mskina: Lçogicamente los culpables son los padres. Una cosa es ir a estudiar, y seguro que sales adelante, y otra darle patadas a un balón y el futuro…muy incierto o con un alto índice de fracaso. Un abrazo y gracias por tu comentario

  5. Antón dijo:

    Estoy de acurerdo con Mskina y, en buena medida, con el tuyo, Manuel. Los años me permiten echar la vista atrás y anallizar: en Sanrtiago había -y exsiste, aún- un internado de «alto rendimiento» para alumnos díscolos o no muy empeñados en el estudio; en Pontedeume, tresw cuartos de lo mismo. Incluso en A Coruña existió una escuela «especial» (conocida como «La Checa», y no por ser checoeslovaca, precísamente) a la que han ido a parar muchos centenares de chavales que, al abandonar esos centros, se encontraban como tú señalas se encuentran los que acuden, con consentimiento paterno, a los centros de alto rendimiento de los clubes de fútbol, por ejemplo.
    Añado: en Asia ( especialmente en China, India, Bangla Desh, etc.: en los países latinoamericanos, en África… existen miles y miles de niños cuya infancia transcurre en minas a cielo abierto o a decenas de metros de profundidad; otros descargan atunes cuyo peso cuadruplica el suyo propio; los hay que viven de lo que recogen en la basura, de la mendicidad, de la explotación sexual, otros buscan diamantes en las canteras o, simplemente, elaboran ladrillos a pleno sol…. Por mi trabajo he tenido oportunidad de ver muchos de ellos, querido amigo. ¿Cuántos de estos niños consideras, Manuel, que no se cambiarían por los que el fútbol y los intereses económicos de los intermediarios «recluyen» en los centros de alto rendimiento?. ¿Cuántos de esos niños explotados son utilizados por empresarios gallegos o radicados en Galicia?.
    No defiendo, en absoluto, la separación de los niños de sus progenitores. Mas, la realidad es muy tozuda Guisandiño: son muchos los chavales -ellas y ellos- que pasan por las consultas de urgencia de nuestros centros hospitalarios afectados por la ingesta de alcohol (hasta llegar al coma etílico) fuera de casa y a altas horas de la madrugada. Son niños menores de 15 años, que deberían estar con sus padres, en casa; pero es que son los padres los que faltan de ella y dejando a los niños a su libre albedrío logran una «libertad» ficticia y un absoluto desequilibrio en la relación familiar.
    La escuelas de alto rendimiento no son un paraiso; pero una mina, un muelle, una cantera, un campamento militar lo son menos, todavía.
    Perdona le extensión y el tono. Un fuerte abrazo.

    • Hola Antón: Hombre es que no hablo de chavales de Senegal o Burkina Fasso o de favelas, sino de chavales de España, gente normal de cualquier comunidad que destacan en el futbol siendo niños. Si vives en el tercermundo, pues mejor en un centro de esos, está claro. Qué tono… Do, Re, Mi o Tú 😉

  6. Montse García dijo:

    Cuando te pones serio, te pones serio… y además tienes toda la razón. Y en la mayoría de los casos pasarán por todo eso para contentar a unos padres que sueñan con que el niño los retire. Y cuando el niño vuelva sin haber conseguido cumplir esos sueños, sintiendo que defraudó a todo el mundo… En fin, una pena. Porque es lo que dices tú, unos pocos triunfan pero ¿y el resto?.

  7. Teresa Martínez Carpente dijo:

    Saludos…pues sí Manuel , pero es normal en una sociedad donde la infancia nunca fue considerada, esto es algo reciente(Derechos de la Infancia) y aún así, ningún caso se le hace.
    Los traen engañados,a ellos a y sus familiares y si no valen …a vivir a la calle o debajo de un puente, una falta de humanidad y de deportividad…,y como vamos para atrás según se ve, llegaremos a venderlos o sacrificarlos como en la Edad Media,
    Hay que enseñarles e inculcarles que defiendan sus derechos, es más importante ésto que el saber cuando son 2 por 3,
    También se ve que el deporte perdió su esencia, su cometido y su fin…no solo en esto, pero no respetar la infancia, lo que está creciendo…no lo hacen ni los animales.,
    A veces da hasta verguenza decir que eres de un equipo…si no fuera porque en el fondo lo que anima a defender es el sentido de pertenencia.
    Biquiños.

  8. mario dijo:

    hola , desde mi humilde punto de vista , creo q exageras con lo de los nuevos esclavos del siglo XXI , pq dudo q sean muchos los niños q se opongan a ir a eses campus , centros o escuelas …me imagino q los haran esforzarse mucho y en la mayoria de sitios le dan mucha importancia a los estudios tb , ademas de todo el tiempo q disponen para realizar mas actividades , tendrá sus cosas buenas y sus cosas malas , quizas sean muchas malas …pero de ahí a llamarles LOS NUEVOS esclavos del siglo XXI …un esclavo , lo es a la fuerza …q no digo yo q no haya padres q obliguen a sus hijos a practicar esta o aquella actividad , pero para mi , los niños futbolistas de este país , nO son , ni serán los nuevos esclavos del siglo xxi , otra cosa son los niños de otros paises ,( principalmente africanos donde se ha demostrado un claro abuso y despreocupacion en muchas ocasiones )………y con 14 si llevas una decepción vital , tendrás mucha suerte si es la ultima , y de todo se aprende ….ademas de q te queda toda la vida por delante para seguir luchando por tus sueños , que sin sacrificio , esfuerzo y sufrimiento , es muy raro que ni tan si quiera te acerques a conseguirlos …un cordial saludo

    • Hola Mario: Un esclavo lo es a la fuerza de muchas formas, cuando lo obligan o se siente obligado (por sus padres) pero hablo de esclavo en un sentido amplio de la palabra, no de picar piedra 24 horas. Y no dudo que tengan de todo; pero les falta lo fundamental, el cariño; ahí a es adonde quiero llegar, al tema del afecto paterno y materno, tan importante a esas edades porque no olvides que, aunque excepciones, hay niños de 11 años, pero muchos de 14, 15… ¿porque nos distribuyen, por ejemplo, zonas de España, se juntan en un hotel, entrena el fin de semana entero en un sitio y vuelven con sus padres para estar toda la semana?, pues porque resulta caro. Más barato es meterlos a todos en un chalé y ya está ¿y por qué con 14 año tienen que tener una decepción vital si se puede evitar? ya la vida es dura, como para recibir un palo fuerte a los 14 años. Un saludo y gracias por tu comentario.

  9. Antonio dijo:

    Si en vez de fútbol pones gimnasia rítmica, o natación sincronizada, o cualquier especialidad deportiva en que se necesite una habilidad y una dedicación mucho mayores que para jugar al futbol verás que la infancia de esos niños es todavía más «dura», si por duro entendemos el esfuerzo físico y psicológico a que los someten.
    Pero estoy seguro que la gran mayoría de ellos son felices (no todos, no hay más que ver algún caso reciente), porque están haciendo lo que les gusta. Y si después triunfan o no es independiente del momento que están viviendo. Cómo encajen después que deban salir de ahí por la puerta de atrás dependerá de muchos factores, unos genéticos (su forma de ser y de asimilar éxitos y fracasos) y otros ambientales (según el tipo de formadores que hayan tenido en esas escuelas, el hogar, los amigos…).
    Además en esta sociedad se educa para desarrollar la competitividad y no la propia competencia, y eso pasa en todos los ámbitos, y no solo en las escuelas de fútbol.

    • Hola Antonio: Esto es aplicable a muchos deportes, naturalmente. Y esto que dices textualmente «Además en esta sociedad se educa para desarrollar la competitividad y no la propia competencia, y eso pasa en todos los ámbitos, y no solo en las escuelas de fútbol» A esto añadiría que así nos va, porque competir con uno mismo, tratarlo de hacer siempre lo mejor posible es lógico; ahora pensar todo el día que tienes que ser mejor que el otro… solo acarrea frustación sino lo consigues y si lo consigues igual porque siempre habrá uno mejor que tú. Un abrazo

  10. Cristina dijo:

    Totalmente de acuerdo con todo. Las fábricas de jugadores de fútbol son una vergüenza. Empresas creando trabajadores desde niños alejados de sus familias.

  11. René dijo:

    Un tema calentito el que has tocado, que atañe al deporte en general y a otros muchos colectivos profesionales donde trabajan niños.
    El problema es que son los padres quien tienen derechos sobre los niños y la ley les permite ““educarlos”” casi como les da la gana y por desgracia hay algunos padres que están dispuestos a poner un valor económico a sus hijos.
    Dicho esto, no olvidemos que aun que esto es una triste realidad, es una pequeña minoría, no queramos ver en el deporte y en el futbol en particular un monstruo para los niños. La gran, grandísima mayoría de los niños que juegan en clubs de futbol, como el Mallorca, el Deportivo, etc, o cualquier otro deporte, hacen además una vida normal en su casa con su familia, estudian, juegan y hacen deporte como todos los niños.
    Un saludo.

  12. No es normal,no, como todo en este mundo de locos que les ha tocado vivir….

  13. Carmen dijo:

    Esos «cazadores de almas» me recuerdan a aquellos curas de los años 40 -50 que iban buscando acólitos para su obra entre las familias menos favorecidas; y éstas, pensando en una mejor vida para sus «pequeños», les dejaban ir a aquellos internados con una vida draconiana, alejados de su familia durante largos periodos de tiempo.
    Me horroriza pensar que, la mayoría de las veces, es más la ilusión de los padres por que el niño sea una figura del fútbol que la del propio niño que, una vez pasada la novedad de los primeros días, quizás prefiera el beso de buenas noches de sus padres a diario.

  14. Liz I. Oneil dijo:

    Una fascinante historia de perseverancia hacia la meta, un mensaje de aliento, «un día podrá ser», y una reflexión, en cuanto a la felicidad:Creo que si hay trsiteza en ello por no anotar, y siempre perder, pero la importancia de apoyarse uno a otro, les hace sobre ponerse a esa tristeza, y la paciencia del entrenador, creo que es el aliento que ellos reciben para continuar.En lo personal, tuve un equipo en mi país, donde yo trabajaba en un orfanato, y con los niños de allí forme un equipo de futbol, y en la primera temporada la pasamos mal, ya que en cada partido nos goleaban, lo menos era 5 goles, y mi equipo le dijo al equipo que nos anoto 8 goles, «nosotros somos malos para jugar, pero ustedes son mas, ya solo pudieron anotarnos 5, cuanod todos los equipos meten de 8 para aariba.En la segunda temporada, ya sabía como jugar, y gracias a a Dios, al esfuerzo de ello, quedamos sub-campeones, perdiendo en la final, uno por cero.Al final del video nos dicen que ya anotaron su pimer gol, y no dudo que de allí en adelante pudean anotar mas, y por que no llegar a ser campeones algún día.

  15. Carlos F. López dijo:

    Creo que en el mundo que vivimos más bien son unos afortunados. Cuantos de estos niños si estuvieran en su casa quizá no verían a sus padres por estar estos trabajando. Hay muchisimas actividades que hay que empezar a hacerlas de niños. Gimnasia, ajedrez, incluso deportes de riesgo como motos. Las grandes estrellas no han tenido niñez. Es así. Por lo menos en este mundo que hemos creado. La verguenza son esos niños que están trabajando por nada y despues compramos la ropa que hacen en sus paises. Es esto lo que había que denunciar no a los que acuden a escuelas de deporte que además tambien tiene que estudiar. ¿Cuantos niños hay de pueblos remotos que no ven a sus padres por tener que ir a estudiar muy lejos?

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