En España no hay como un entierro para acabar y dar por zanjada una enemistad. Un entierro, pero un entierro de los buenos, no de esos que fallece un tal Eliseo o Paquito, que lo conocías de refilón y te fumas un cigarro al final de la muchedumbre, no, de esos no; sino algo más cercano, más próximo, mucho más, pero mucho, excepto que seas tú el cenizas, claro.
Yo he visto en los entierros tantos abrazos entre personas que no se hablaban en años que, entre la tensión de esos instantes de apretujones junto con la congoja de cuando al fiambre lo meten pa dentro, te lo juro que aquello más que un cementerio parecía una central hidroeléctrica a punto de estallar porque eran tantos los chispazos emocionales que se producían en décimas de segundos en medio del que se va para el más allá y el que retomaba la amistad con el de más acá…
Pues pensaba eso, que no hay como un entierro para hacer las paces y que ya pueden estar 30, 40 o 50 años dos personas sin dirigirse la palabra que como coincidan frente a un nicho… es mirarse y… bueno; unos apretujones, unos abrazos, unas palmadas en los hombros, unos besos, unas lágrimas, un cariño… Increíble lo que hace la muerte por los vivos.
Pues como digo, eso creía yo, vamos, que estaba segurísimo; pues no. Un entierro, la verdad une, pero no tanto; lo que realmente une, funde y hasta diría que fusiona de por vida es un accidente de aviación, eso sí que une chaval, eso es otra cosa.
Y es que hasta lo ves en la tele. Coges una avioneta en el estado de Montana, por ejemplo, vais siete, incluido el amante de tu esposa, porque tiene que ir que si no tu esposa no va, y tú tampoco, y no es plan no pasar unos días en Acapulco, total te va a engañar igual, pues por lo menos tomar el sol… Pues eso, y al pasar por el Gran Cañón del Colorado (perdona que haga un inciso y que me excuse mi mujer la sioux, ¿pero se puede ser tan inútil que al famoso Cañón no pueden ponerle un color? El Cañón Marrón, El Cañón Ocre, El Cañón Rojo… pero colorado… ¿¡¡¡pero qué color, hombre !!!?. ¿Pero es que alguien puede imaginar en Galicia los montes «colorados» en vez de los verdes montes, o el «colorado» mar, en vez del azulado mar… ¿o es que allí en vez del azul marino tienen el colorado marino… ?, joé, menos mal que estos tíos están a 8.000 kilómetros).
Bueno, que me pierdo. Pues vas en la avioneta y al pasar cerca del Gran Cañón ese, el aparato pierde altitud, o los árboles han crecido que no veas, que todo puede ser, los ocupantes se miran, gritan y ¡¡hala!! a pegarte de morros contra varios millones de árboles. Entonces pasan unos segundos, los ocupantes balbucean unas palabras, luego hablan y, ¡¡¡alucinante!!! A la hora o dos horas del desastre, al amante de tu mujer (que es el que está más grave) le estás tomando el pulso ¡¡¡y te alegras porque está vivo!!!, lo coges suavemente por la nuca limpiándole la sangre de la cara, le das un poquito de agua para que beba y hasta lo arropas para que no pase frío, que soy yo y con lo que queda de la radio le pongo un botón en cada ojo y así lo encuentran, pero bueno…
Y mientras el operativo de rescate no os localiza, no solo lo cuidas durante dos semanas dándole de comer sopita y animándole para que no pierda la esperanza (que uno ya hasta piensa si al final lo que quieres es empaquetarle a tu mujer de una vez), sino que le calientas los pies, le das tu manta, y hasta entras en total confianza con él, te sinceras, se sincera y lloráis; sí, lloráis juntos, que soy yo y le echo sal en las heridas y sé quien iba a llorar, pero llorar, llorar.
Y al final llegan los rescatadores y ¡¡¡hala!!!, al hospital todo dios a curarse y después de varias semanas, ya dados de alta… ¡¡¡Fiesta, fiesta!!!, en tu casa, claro. El amante siguiendo a tu esposa, tu esposa siguiendo al amante, el amante que no la encuentra, la que no lo encuentra que lo quiere encontrar hasta que se encuentran y se encuentran donde se encuentran los que se quieren encontrar haciéndose el encontradizo, donde se encontraron siempre y se encontraron a gusto mientas tú no la encontrabas pese a que miraste tras las contras por si la encontrabas: Pues en una habitación, en otra y en aquélla de más allá y en tanto ellos a ello, tú, tras lo vivido, no se te ocurre otra que decir: «amigos para siempre» y él; bueno él, como siempre, y más que nunca, haciéndose el avión. Joé, contras, lo que une un accidente.
Voy por un par de billetitos de avión por que, oyes, como que me he animao con tanto sarao que prometes.
Hola Anita: Mejor vete a por dos billetes, pero no me cojas ventanilla que seguro que salgo a mil metros y luego no te encuentro. Un beso
¿Por qué hablas de entierro después de haber ido yo a uno ayer? ¿Me estás espiando? Jajajaja!! Pues la verdad es que unen hasta que el entierro pasa y todo vuelve a ser como antes, o peor, porque unirnos significó sacar otra vez nuestros puntos delicados y seguir jodiendo la marrana…
Ya ves como fue el mío de ayer 🙂 Me alegro de leerte Guisande.
Un fuerte abrazo!!
Hola Javier: Por lógica deduzco que tú estas vivo, lo cual ya es gratificante, que está esto de los blogs como para perder lectores :). Que no, que un entierro une; total, al tipo que te caía mal nunca más lo vas a volver a ver… Un abrazo
No salgo de mi asombro con la capacidad superlativa que tiene el SR. GUISANDE para redactar e imaginar situaciones de la vida…cotidiana y no tan cotidiana… porque lo del avión… parece el relato de una peli americana de las que a media tarde un sábado te bajan en la 3 o 5… canales privados… pero al grano… es verdad lo de los entierros… y el lágrimeo… y la parafernalia de los tanatorios ( «comentorios» )… es todo un montaje peliculero… y aún encima tienes que pagar un pastón… en fin¡¡¡ si al final hay reencuentros y surgen nuevas amistades … tampoco están del todo mal… jejjejejej
Hola Sole: Hombre, Sr. Guisande… con un Guisande voy que chuto. Pues sí que une un avión, en concreto una catástrofe y pasan más cosas que escribiré en breve, cuando tenga un poco de tiempo. Un accidente añéreo es pero que mucho mucho. Un beso y gracias por tu comentario. Por cierto ¿qué color le ponemos al Gran Cañón?
También hay que ser masoca para llevar el amante al lado, para que? para que cuando lo mires verte los cuernos reflejados, Y encima en un lugar tan pequeño que aúnque quieras esquivarlo no puedes.
Pero mira, por otra parte no está mal pensado, si no puedes con el enemigo únete a él. Aúnque bien pudiera ser que tuvieran otro tipo de gustos y los tres , osea, que formaran parte del mismo vuelo.
Ay no sé , no lo tengo claro!!
Hola Sole: Pero es que es Acapulco, que no es bañarte en el río Miño, con un frío que te mueres, A-CA-PUL-CO, ni cuerno ni no cuernos. Además, que no tienes que ir pegado junto a él, primero porque ya tu mujer no te va a dejar porque prefiere el roce del amante, que una avioneta es una avioneta, no un salón de bodas. Yo lo que no tengo claro si la cvatástrofe los une quiere animar al amante a que se quede con su mujer. Me voy a estrellar un día de estos y te cuento todo todito lo que pasa ¿vale?. Un beso
Haber, te voy aclarar esto!. Bien pudiera ser que le quisiera empaquetar su mujer al amante, pero no , estas cosas , por regla general no se hacen así. Yo creo que a los tres les gustaba…. volar juntos, pero la avioneta llevaba demasiado peso y las montañas del Cañón Colorado son muy traicioneras, de ahí ese color, y se han estrellado. Pero tú no te estrelles por Dios!! Como quedaron vivos un día les llamamos por teléfono y que nos lo cuenten.Vale!
Hola Sole: Vamos a ver la avioneta no lleva peso, que no es un ser viviente, eran ellos gordos como elefantes. Que a ellos le iba lo de los tres juntos… en eso no entro, que entonces seríamos cuatro. Un beso
Chico cuánto siento que los de la avioneta no se hubieran quedado en el sitio. Tú que trabajas en un periódico imagino que cada vez que alguien se salva del ostión, pues, una putada no?: «cajónrós, ocho esquelas».
Hola AAl: No, todo lo contrario porque si mueren todos ¿a quién entrevisto? Hombre puedo decir que lo entrevisté y justo después se murió, pero entonces me dirán porqué no lo salvé y claro, decir que salvar salvar lo que quería era salvar la información, que el Mackein ese me daba lo mismo… un poco duro. Un fuerte abrazo
Pues te diré, Manuel, que lo de que los entierros unen a veces es cierto. Y lo digo por propia experiencia. Llevaba dos años y medio sin hablarme con una amiga de muchos años, por una tontería, y en el velatorio de mi madre, en un momento dado sentí a alguien que lloraba detrás de mi y era ella (mi amiga, no mi madre, por supuesto). Me volví y en cuanto nos miramos nos dimos un abrazo y ahí empezó la amistad de nuevo. Hace de eso casi once años y hace dos y pico que ya no nos hablamos otra vez, pero esa es otra historia. Y, desde luego, no quiero que se muera nadie para que volvamos a reconciliarnos.
Y por descontado que no quiero sentirme tan unida a nadie si para ello tengo que sufrir un accidente de avión… Eso debe dar mucho miedito.
Hola Montse: Que no, que un accidente de avión si sobrevives es genial, y sino sobrevives… como que te va a importar
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Hola: OK frabiciano
Unir no se si une, pero,¿¿¿ nunca te fijaste en todo el mogollón de gente que se queda fuera de la iglesia, charla que te charla????? Asique es un buen lugar para hacer de relaciones públicas!!!!!Y lo que debe de molar sobrevivir a un accidente de avioneta, porque me harían una peli y todo, seguro!!!!!!Un beso Guisande
Hola Mónica: Vamos, yo sobrevivo a un accidente de avioneta y me recorro todo el mundo en moticicleta haciendo entrevistas, y en cada entrevista cada vez más dramático y en la última muero, pero no por dramatismo, es que ya me pilla con 99 años y el suero en botellín de la Estrella
Ay, me hiciste doler el ala derecha.
Hola Sonia: Pues ahora falta el lado izquierdo, para compensar. Un beso
pero q compasivo sos, ahora ademas del izquierdo me duele la espalda por el peso de ambos,,,ah, no, ambas alas
Hola Sonia: Nada, lo mejor es descansar, pero no para siempre, una siestecita. Un beso
Pues qué quieres que te diga: que no me encuentro 8/
Hola Alberto, ya veo que con eso que dices de 8/, es que ni te ves ni te comprendes ¿no?. Bueno, a mí me pasa lo mismo. Un abrazo
Joerrrr! que pensé que te ibas hacer amante del amante…con tanto amor, ja ja ja…Menos mal que sólo habéis quedado como amigos…
Hola Virtu: Yo no tengo nada que ver ni con ella ni con el amante y menos con la avioneta, eso ocrre a otra gente, creo. Un beso
Pero si no se es amante , se puede ser amigo del amante porque si hay amistad entre el marido y el amante, en caso de accidente aeronáutico siempre se pueden prestar ayuda mútua y así, la esposa del marido y amante de su amante, sería más feliz, o no? uffff que lío!!
Hola Sole: La verdad, creo que lo mejor es ir en coche. Un beso
en coche por el Cañón Colorado?
Hola Sole: Antes de todo ese lío del amante, incluso en triciclo; y sí por el cañón ese o una tubería, me da lo mismo. Un beso. Ademñás que el accidente creo que era cerca del cañón ¿no?, justo en el cañó creo que no. Da lo mismo, en triciclo. Un beso
No me gustan los entierros, Guisande, pero desde tu punto de vista todo tiene otra luz.
Hola PMM: el asunto no es el entierro, es lo k une, pero un accidente aéreo… Un beso