Relato 5 contra el coronavirus. Galicia: «Es que no puede serrrr !!! » ÁNIMO. Se agradecen los comentarios, que mientras los respondo… pues me entretengo
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El gallego es muy sencillo y también… pues un poco raro porque para él, cuando está en casa y dice «abrir», no se refiere a la puerta, que sería lo más normal, no; es sobre el tiempo, si se abrirá el cielo y saldrá el sol.
Tú estás de invitado en el piso de cualquier ciudadano del mundo, incluso aunque viva en una chabola, y oyes «abrir», y por eso de quedar bien, dices: «Si queréis voy yo»; pues tú en la casa de un gallego lo tienes claro.
Seguro que te levantarás con la mejor intención del mundo, incluso contento, demostrando que eres educado y sencillo, abrirás la puerta y no habrá nadie, por lo que entonces piensas si es que alguien se habrá quedado encerrado en alguna habitación. Y cuando ya descubres que «abrir» es por una cuestión climatológica…, al oír «cerrar», ya no sabrás qué hacer, si ir a la puerta o ponerte un chubasquero.
Y de verdad que el gallego te agradecerá ese detalle que has tenido por haberte molestado y valorará que hayas querido empatarte con la familia, como si fueras uno más, pero neniño… como que no le pillas aún el tranquillo a su forma de ser, por lo que te sentarás así un poco, no digo triste, cabizbajo o apenado, pero desconcertado… sí.
Y es que el gallego es ¿extraño?, vale, pero muy sencillo; tanto que cuando por cualquier motivo excepcional sale de Galicia y va a Sevilla, Málaga o Cáceres disfruta de esas hermosas ciudades como cualquier otro visitante, pero siempre en esas urbes, como sin son otras, encuentra un algo que le llama la atención, que le sorprende.
¿Y qué le puede sorprender si por ejemplo va a Sevilla?, ¿la Giralda?… sí; ¿El palacio del Real Alcázar?…. también; ¿el parque de María Luisa o el patio de los Naranjos?… por supuesto; pero si un sevillano, ante esos monumentos, le pregunta qué le llamó la atención de la ciudad, que no es lo mismo que gustar, te dirá: «Qué rápido seca la ropa aquí, ¿verdad?».
Yo comprendo que ante la majestuosidad de esas edificaciones, un sevillano al oír eso, pues mire al gallego como si estuviera hablando con una persona de otro planeta, que se moje la camisa y compruebe lo que le ha dicho o se siente a meditar durante horas sobre el tema, pero que algo hace… fijo, si es un ser humano, algo hace seguro.
Cómo no vas a hacer algo después de haber recorrido con una persona cientos de calles durante horas y horas, después de haber dado mil explicaciones que si los árabes y los cristianos y al final te dice «que rápido seca la ropa aquí» o somos tontos…
A mí me dice eso una persona y lo primero que pienso será si ese tío es la primera vez que se viste o si trabaja en el sector de la limpieza y en concreto en la rama de la lavandería, pero que como mínimo, si estoy en Sevilla en verano, pido agua no sé muy bien para beber o para ahogarme.
Yo por eso creo, pero es que estoy convencido, que el gallego no viaja mucho para no desestabilizar mentalmente al resto de españoles, para dejarlos tranquilos porque es como si yo te pregunto si te gustó este artículo y me dices: «Está muy bien porque tiene quinientas setenta y ocho palabras», aunque te hayas confundido, ya que tiene quinientas setenta y siete.
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dadsa *Un saludo,* *Ana F. Palén*
Muchas gracias, que cualquier comentario en estos momentos anima . MUAC