Del libro «¿Cómo somos los gallegos?, depende». Premio de Literatura y Ensayo Fernando Arenas Quintela 2017
Yo estoy orgulloso de ser gallego, yo soy… ya no sé qué iba a decir, pero el gallego…, el auténtico, el de pura cepa albariño, me mata, me destroza. Ni siendo primo hermano del apóstol Santiago puedes llegar a entenderlo, imposible; o naces aquí, y aún naciendo… pues tampoco, a lo mejor muriendo… pero claro, no es plan.
Tú en una aldea te encuentras con un gallego de los de verdad, de esos que tienen un barrigón que no veas y un jersey Lacoste que nunca sabrás cómo llegó a él, y le dices: «Lavandeira, ¿vamos a casa de Chuchi?». ¿Y qué crees que te responde Lavandeira?, ¿qué crees tú que te puede decir?, ¿qué imaginas, si es que puedes imaginar, que te va a contestar mientras te mira que parece que no te mira pero te mira?
Te va a decir sí, quizás no… pues ni sí, ni no, ni a lo mejor, que esto último también sería muy galaico. No. Te mira y, tras observarte incluso con ojos cándidos, te dice: «Pois si hay que ir… vaise». Pero, joé, ¡¡por Diosssssss!!, ¡cómo que si hay que ir vaise…!, ¡que no es una obligación!, ¡que no te ponen falta!, ¡que ya no estás en el cole!, que si quieres ir vamos, y si no, pues no vamos, cómo es eso de que «si hay que ir vaise». Y si le vuelves a preguntar, ni que hicieras un rewind existencial, la misma respuesta, «si hay que ir… vaise» y de ahí no se apea.
Mira, a mí cuando me ocurre esto, pues preguntas si le cae bien el tal Chuchi, si tiene algún problema con él, si pasó algo, si alguna vez… y te hablará de lo que sea; de que lo conoce de cuando estudiaron juntos en la escuela y D. Ramiro repartía mandobles a diestro y siniestro, de cuando jugaban en el alpendre do Xirelo, de que si sus padres ya se conocían de solteros, de…. pero saber si le cae bien o mal… no, «si hay que ir… vaise».
Tú le insistes por eso de que te desconcierta y porque hasta tienes miedo de que haya ocurrido a saber qué y que al Chuchi se le crucen los cables, le venga un recuerdo remoto y salga a recibirte con una recortada.
Y entre que estás si pasó o no algún sucedido, allá, en una pista cualquiera de Galicia, en medio del todo y de la nada, entre arbustos y claros, entre ríos y fuentes, Lavandeira que se sube al coche, arrancas, vas por unas pistas, y mientras lo miras de reojo pensando otra vez en cómo le llegó el jersey Lacoste, tú, que lo tenías claro, pero superclaro, hasta piensas: «¿Y realmente habrá que ir?», y hasta te respondes…: «Inda vai ter razón, si hay que ir… vaise».
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LIBRERÍAS
Librerías: Arenas, Couceiro, Avir, Lume, Cascanueces, Inoa y Sisarga (A Coruña); Biblos (Betanzos); Follas Novas, Ler y Gallaecia (Santiago); Trama y La Voz de la Verdad (Lugo); Central librera (Ferrol); Librouro (Vigo), Cronopios y Metáfora (Pontevedra); Porta da Vila (Viveiro). Próximamente en Pontevedra, Ourense, Sanxenxo, Cangas, y Foz
Me gusta todo esto de los gallegos……..buscaré el libro al regresar a Vigo.
Hola Tina: Gracias, lo tienes en la librería Librouro y, cuando lo tengas, si le haces una foto al libro y lo pones en mi facebook Manuel Guisande. Mil gracias 😉 Bienvenida al blog ;))))
sON REALMENTE ASÌ…… DOY FE.
Hola Anónimo: Yo viví hace poco cinco años en una aldea, Mortoares (Oza dos Ríos), éramos nueve habitantes 😉
Al leer el título solo me vino una palabra a la cabeza. Depende
Hola Borja: pues sí, cuando te preguntan algo casi viene siempre la palabra DEPENDE 😉