Del libro «¿Cómo somos los gallegos?, depende» (Editorial Arenas). Premio de Literatura y Ensayo Fernando Arenas Quintela
¿Sabes lo que tiene claro el gallego?
Si hubiera que decir en qué se sustenta Galicia, cuáles son los pilares básicos que la definen, yo diría que las claves son el apóstol Santiago, el Estatuto de Autonomía, y Chuchi y la partida de tute.
Yo sé que en otras zonas de España, como en Tierra de Campos, por Palencia y Valladolid se juega al dominó, aunque ya menos; por Madrid y Mallorca también el personal le da al ajedrez o a las damas, pero el gallego auténtico, el de las aldeas, juega al tute, y sin tute… sin tute no hay Galicia.
Y es curioso, justo en el juego, en el que casi más de un 70% depende del azar, de la suerte y, por tanto, fuera del alcance de la comprensión y raciocinio, pues va el gallego y en eso lo tiene claro.
Tú le preguntas a un gallego si va a un sitio y, como decía en otro artículo, te contesta con el matador e incompresible «si hay que ir… vaise», pero en el tute no. En el tute un tipo cuenta las cartas y como pierda… como pierda menudo bacalao monta. Mira a su pareja y con los nervios a flor de piel, con la cara enrojecida y la yugular a punto de saltarle, le suelta: «¡Cajo en ros, saliches co sete e non coa sota!, ¡tiñas que tirar a sota, carallo! ¡bah-bah-bah!».
Mira que hay jugadas y posibilidades en el tute; mira que hay cartas, que cada uno tiene diez en la mano y a saber cuáles son, que es casi imposible adivinarlo. Pues en esto, en medio de esta imposibilidad matemática que es el juego, que llevan cientos de genios estudiando para encontrarle una lógica, va el gallego y lo tiene claro, pero superclaro: «Saliches co sete e co sete a fixeches boa». Alucinante.
Yo juego con un tipo que me monta tal follón porque salí con el siete y no con la sota, y te lo juro que acabo la partida por educación y no vuelvo a jugar con él de compañero en lo que me resta de vida. Pues el gallego no, el gallego, en medio de ese cirio que oyen hasta en Singapur, dice: «¡Pero si fixeches o mesmo pola mañán!». Y tú piensas, pero entonces estos dos ya jugaron por la mañana y ya tuvieron una movida de no te menees… y también por la mañana estaba seguro de que «saliches co sete e…», seguro de que no fue con otra carta, que hay cuarenta…
Y si ya esto tiene su cosa, andar a cristos en cada partida, lo peor es cuando averiguas que ambos, que pueden llamarse Chuchi y Ramiro o Isma y Lito, hacen pareja desde cuando Heraclio Fournier montó la fábrica de naipes. Participan en cuantos campeonatos haya, yendo de bar en bar, y a nadie se le ocurre pedirle a alguno de ellos que juegue con él porque el Chuchi y Ramiro o el Lito y el Isma llevan como veinte años a cartazo limpio. Y cuando descubres que son pareja desde hace tanto tiempo, piensas pues lo que pensaría cualquiera: si realmente son pareja o realmente son matrimonio, tal como se tratan…
Este martes, 1 de agosto de 2017, a las 20h, en la caseta 21 (Arenas) en Los Cantones, junto al Kiosco Alfonso, firmo ejemplares de «¿Cómo somos los gallegos?, depende». Feria del Libro de A Coruña. Te espero 😉
Cuanto mas lo leo mas me gusta y mas simpatías siento hacia todos los que con una innata espontaneidad (como si de una gigantesca y complicada coreografía se tratara), conseguís que cada día me sienta mas de allí que de aquí.
Y me pregunto yo, ¿es muy complicado sacarse la nacionalidad Gallega?, es que noto que se me esta poniendo el cuerpo y la mente, muy Gallega… No se, pero si pudieras ayudarme en este cambio de «seso», porque ya pienso y actúo a la Gallega y todo hay que decirlo… Deberías de hacerte cargo (eeeen paaarteeee) del asunto, ya que yo no tenia constancia de la existencia de esta «galaxia» Galega, hasta que tu me hiciste ver, con tus artículos y acertados detalles, que me han llevado a tomar esta decisión que por mas que lo estudio no veo mas que ventajas, que se ha convertido en un asunto de primer orden y con carácter de urgencia.
Y cuanto mas lo leo, mas Gallego me siento y esto hay que darle salida cuanto antes porque, me encuentro atrapado en un cuerpo mas gallego que de cualquier otra galaxia.
Sin mas, te mando las gracias por estos informes, que me están ayudando a salir del mueble bar y gritar al mundo…¡¡¡SOY GALLEGO!!! y ahora me siento yo mismo.
Gracias y estaré pendiente por si me consigues el papeleo para el traslado y el cambio de identidad.
Hasta entonces, muchas gracias y un fuerte abrazo de tu amigo Tano.
Hola Capitalino: Creo que en el libro hay un artículo que dice que ser gallego te envio el relato a tu correo 😉
Compañerismo y matemáticas, eso es el tute😜😏
Hola Anónimo, si al compañerismo y al tute le metes un «cajoenrós» cantas las cuarenta fijo 😉 😉
He visto partidas que han ganado sin echar una sola carta!!! Arrastro 4 veces, canto esto, os dejo sin triunfos, lanzo el as de bastos y luego me hago el palo corrido … Hay órdagos a la grande en el mus con cuatro reyes menos creíbles.
Hola Borja: Yo, debe ser una tara, pero tantas cartas, que son cuarenta, no diez o doce, no; ¡¡¡cuarentaaaa!!! no asimilo 😉 😉 Gracias por tu comentario y bienvenido al blog
O meu comentário é-che moi breve. antes de nada: eu son-che un galego fervente e voluntário, nado num pre-Jibraltar hispano [pensaches em Melilha? acertaches! moi bem, 10, felicitado!] o galego, em jeral, é um auto-negador da súa própia patria cambiando o seu idioma propio por un castra-po que nim aquel famoso Xan das Bolas lhe ganharia.
Saúde e Terra!!!
Hola Anónimo: Home un pouco de razón tes con iso de «o galego, em jeral, é um auto-negador da súa própia patria», pero o galego, a verdade, es que é unha patria en se mesmo ¿non?
Hola Manuel, que morriña recordar esas partidas de tute que tenía de chaval, igualico como tú lo explicas, mira que salir con el siete a quien se le ocurre…
Mira que yo he jugado al tute, deporte nacional gallego, pero tal como cuentas la historia de los paisanos he vuelto a ver a mi padre en el bar sentado horas y más horas jugando campeonatos, amistosos o lo que sea, pero al tute y discutiendo todo el rato por el siete y la sota, que mesas aquellas de marmol que aguantaban esos mamporros, las cuarenta blomm ¿un terremoto?, espera que yo tengo veinte en bastos…
Aquí en Mallorca de tute poco, eso si tenemos un verano calentito que ni se duerme.
Un saludo.
Hola René: Pues vas a cualquier aldea o pueblo pequeño y el asunto sigue igual con el tuté. Unha aperta 😉
Me meo con este post!! Con casi todos pero es que en este estás narrando todas y cada una de las partidas de tute que juegan dos tíos míos, que sus mujeres hasta les arrean collejas para que no discutan pero nada…se encienden y no hay quien los calle! («me cajo en ros, achichacheste! pasmón!», cosas así)Y es cierto, juegan desde por la mañana hasta el alba y siempre con la misma cantinela. Yo hasta les grabé un vídeo porque es tal la transformación que no se reconocen ni ellos mismos. Menos mal que después de acabar, tan amigos y tan hermanos… El tute levanta pasiones, más que el fútbol amigo.
Un abrazo!