Lo de España es mucho y no hay como mi país, es lo más de lo más, y nosotros… nosotros insuperables, extrapolando un poco; bueno, bastante, vas comparar a Leonardo da Vinci, Isaac Peral o de la Cierva con un Arturo o un Josiño de cualquier pueblo… bo.
¿Y por qué somos extraordinarios? porque tenemos soluciones y varias para todo, pero para todo. Inauguran, por ejemplo, en un pueblo una pasarela para peatones… pues alucinante, aún no han cortado la cinta, aún no ha llegado el alcalde de turno y ya hay un tío que sin haber hecho arquitectura, sin haber visto en la vida una escuadra, una regla o un cartabón, te dice: «Más sencillo es ir por ahí debajo que dar toda la vuelta. Vas por allí, giras, y ya estás».
Y alucinante, por lo general el tío suele tener razón, y eso queda patente cuando al cabo de un mes por la pasarela no pasa ni dios, pero ni dios Sí, es cierto, que por la nueva ruta des cubierta por el nuevo Edmund Hillary te puede atropellar un coche… pero es tan improbable… vamos, hasta hay más posibilidades que te de un viento en la pasarela, allí a cuatro metros, y te quedes pajarito agarrado a la bolsa de Eroski…
Lo que no entiendo es como habiendo tanto arquitecto autodidacta por qué antes de hacer una obra no reúnen a todo el pueblo y explican lo que van a hacer, porque estoy seguro que no uno, sino cinco o diez tipos encuentran otras alternativas, más cómodas y más baratas.
Sí, más baratas, porque basta que uno saque de lápiz, que chupe la punta de la mina, coja un papel y se reúnan varios… y joé, que si no sé cuantos palés de piedra; que si 28 toneladas de hormigón, que si 24 de arena, que 40 metros de encofrado «y quítale a todo esto un 15%, que Toñín, el hermano de Lita, lo vende más barato».
Vamos, que los dejas, y en vez de una pasarela te hacen un acueducto como el de Segovia, en plan vial Madrid-Jaén en un plis plas y todo en el dobladillo de un sobre del banco zaragozano, que tu ya creías que ni existía. Acojonante, pero es que a-co-jo-nan-te.
Yo, la verdad, cuando veo cosas así me rindo y me quedo traspuesto mientras los arquitectos al grito de «¡¡¡ queeeee, joderrrrr, caen unos chismes Raúl!!!!» se van al bar más cercano, piden unas cartas, sacan otra vez el sobre del zaragozano ese y anotan la partida.
Increíble, por un lado del papelillo bancario, Chuchi que lleva 3 puntos de ventaja porque arrastró en copas y no sé que lío pasó; y por el otro lado, un estudio pormenorizado de una obra civil hecha en una hora y cuarto, a mano, a bote pronto, a la caída, mientras que en Madrid han tardado tropecientos meses planificarlo unos pavos con no sé cuantas carreras, másters y miércoles, no para hacer lo mismo, sino para hacerlo peor. Maravilloso. ¿Cómo no voy a querer este país, que es inteligencia e improvisación pura?, ¡¡¡¡¡es que lo adoro!!!!
Twitter: @manuelguisande
Normal, Manuel. Llevamos muchos años haciendo cálculo a base de habas contadas y pruebas de resistencia a mano gracias al legón y el sacho. No sabemos leer ni escribir, así, como suena, pero interpretamos partituras de música. Más listos que un ajo, somos. Nuestro pueblo vale un mundo. Llegamos a Alemania cuando ni siquiera sabíamos dónde estaba; pero llegamos. Pueblo inteligente. Y listo.
Hola Antón 😉 😉 «No sabemos leer ni escribir, así, como suena, pero interpretamos partituras de música. Más listos que un ajo» Cierto, llegamos a todos los sitios antes de que los funden y ni le damos importancia
Además de divertido, lo has puesto muy muy clarito, solo te ha faltado explicar que se gastan un dineral en tonterías mientras ahorran en cosas necesarias porque así se forran los listos de siempre.
Un saludo.
Hola René: Esa es la segunda lectura 😉
Si preguntásemos algo más a la gente que está en el nucleo de aquello que se quiere cambiar otro gallo nos cantaría a todos. Muchos ingenieros sacan el boli, toman cuatro medidas y no piensan en las necesidades de quien va a utilizarlo. Te lo digo por experiencia. Trabajo en una gasolinera que lleva abierta 3 años y, en los surtidores de los camiones, no hay casi sitio para abrir la puerta para poder salir, y así todo… ¡Así nos va!
Hola Carmen: Es que de la teoría a la realidad… Un beso y gracias por tu comentario
No tengo nada en contra de los arquitectos, nada de nada, pero….. viendo las cosas que se ven, mi padre, que solo era albañil las haría mejor. Y ya sin ser ni albañil, solo pensando las cosas. Hay cosas que claman, no se si al cielo, pero claman 🙂
Biquiños
Hola María: Es cierto, pero a veces es el promotor que quiere que un parking entre 1000 coches cuando bien solo pueden entrar 900 😉 hay de todo
Por otra parte mi hijo siempre, desde pequeño, le hace mucha gracia ver «los encargados de obra» esos señores jubilados, que están siempre a pie de obra desde la mañana a la noche en cualquier acera o similar que se levante en el pueblo dando su opinión sobre lo que habría que hacer y criticando lo que se hace y a quien lo hace 😉 🙂 🙂
Hola María: Son auténticos jaaajjajjjjajaja