Mis amigos y las promesas del 2014

Yo los perdono; sí, hombre, los perdono, porque son mis amigos y porque los conozco desde hace siglos que si no… Cuando empieza el año siempre me encuentro a los mismos tratando de hacer realidad sus buenas intenciones.

Que van a bajar unos kililitos, que si están haciendo natación, que si padel, que si tenis, que si gimnasio, que… yo los miro, ellos hacen lo mismo y no sé que les pasa que a los cinco minutos y saltan como si les dieran un calambrazo y me dicen. «No te rías Guisande, ¡¡¡que es verdad!!!, ¡¡¡que este año sí!!!!».

Yo les digo que no me río, que soy así, tirando a risueño, aunque más a sueño; pero ellos insisten que sí, que me estoy riendo y… son raros, terminan riéndose ellos mientras yo enciendo un cigarrillo, le doy unas caladas, miro al cielo y, por si ya poco estaba polucionado el aire, allá voy yo a colaborar en el tinglado, aunque dudo que vaya a ser justo mi cigarrillo el que empiece con El Deshielo Total II, en los mejores cines, con Manuel Guisande en el papel de «El destructor».

Son raros mis amigos, mucho, pero que mucho. Yo, que tiro a tranquilo, cuando los veo así en plan sherpa, cargando el material deportivo, les comento que sus bolsitas de deportes son bonitas, muy bonitas; que los botines son preciosos, que hacen juego con los calcetines, que si me dejan ver el chándal y que…. pues nada, que dicen que los vacilo, que les tomo el pelo, que me deje de ironía y, mira que son tercos, insisten en que sigo riéndome y al final otra vez se ríen ellos. No hay dios que los entienda, son así, menuda banda de colegas me ha tocado.

Como esto lo vivo todos los años sé que me quedaré sin amigos  una temporada, que estaré así como un mes o dos con una especie de vacaciones mentales porque en marzo van todos cayendo como higos diciendo… «es que no tenía tiempo», «no me cuadraba la hora» y también está el de «es que tuve unos tirones…». «En el cerebro», pienso yo, pero me callo.

Cuando llega ese momento, cuando se rinde, yo no digo nada, enciendo un cigarrillo, miro al cielo, que es el mismo, a lo mejor les pregunto si los calcetines eran de buena calidad y, mira que son tercos… otra vez, empeñados, pero empeñadose empeñados en que me río. No hay nada que hacer con estos tíos, está claro.

En fin; a mí ellos nunca me pregunta qué voy a hacer en el nuevo año. A mí, si te soy sincero, el 2014 como si es el 2034 o el 2479, porque hay cosas que no voy a cambiar. Por ejemplo, dejar de fumar… ni de coña, más feliz que «nin diola», que diría mi amigo Chuchi, de aquí del pueblo. Pitillito aquí, pitillito allá… que enfermo… pues que me cure la SS, que para eso llevo cotizados más de 25 años; que muero… qué voy a morir, qué voy a morir… si aquí el personal la patea más con los conservantes que le meten a todo en plan raciones que con un par de caladas… bo

El colestrol/caracol, me da lo mismo que si sube que si baja y, además, como soy gallego… ya me contarás, nunca entendería los resultados: suben, bajan… y yo qué sé. ¿Deporte?, ¿Hacer deporte?, ¿yo hacer deporte?, estás de broma… ¿Deporte?, pues que lo hagan los que se dedican a ello, los deportistas, que para eso están. ¿De dónde viene la palabra deportista?, pues de deporte, de donde va a venir… más claro, agua.

Sin embargo, mira por dónde, lo que sí pienso hacer eso del pilates, que no tengo muy claro lo qué es y voy a preguntar, porque eso del pilates, eso de rasurarme toda la cara tiene que molar porque la verdad que estoy más que harto de afeitarme todos los días, ahí a lo bestia con una cuchilla en la cara, como un salvaje porque… pero, ¿verdad que son raros mis amigos?

Twitter @manuelguisande