A mí hay pocas cosas que me indignen, pero algunas sí; y a otros, lo que a mí mosquea… ni caso, la verdad que no entiendo nada; bueno, quizás es porque aún no lo saben, puede ser. Vas por una calle, y a la altura del número 22, por ejemplo, lees: «Se vende bajo. Razón, aquí». Vamos a ver: ¿Cuántos números hay en la calle?, 124; y pongamos que hay cuatro plantas por número, pues 496, y que en cada planta hay 4 pisos, pues 1.984; y que en cada piso vivan 4 personas, pues justo justo 7.936. (no sumes que ya lo he hecho yo 120 veces)
Vale, 7.936 personas, ni una más, ni una menos; y me vas a decir a mí, me vas a decir a mí que de las 7.936 que viven en la calle, tú, el del 22, eres el único que tiene «la Razón»…; pero tú crees que los demás somos bobos… O sea, que si yo vivo en el 29, ¿qué pongo de letrero en la puerta?, «Lelo», y añado «para saber algo vaya al 22, que es el que tiene la Razón». Y además, si tienes la Razón, ¿cómo es que llevas más de un año sin vender el bajo ese?, ¡¡eh!!, ¡¡¡listo más que listo!!!. ¡¡¡¡un año, un año !!!!.
Yo cuando veo eso me da ganas de despertar las conciencias de las gentes, porque es evidente que no son conscientes de esta presuntuosidad, llamar a todos los de los números impares (porque el de «Razón, aquí» vive en los pares y no vaya a ser que todos los pares sean sus amigos) reunirnos de noche y cuando menos se lo espere ir allí, rodearlo y decirle: «A ver, tú, listo, el de la Razón, baja si tienes lo que hay que tener; baja, anda, baja, so listillo».
Y como no responda, todos a coro, pero cuando digo todos te hablo de casi 4.000 tíos ¡¡eh!!, «¡¡¡oé oéoéoé, no tienes bemoles!!!, ¡¡¡oé, oéoéoé, no tienes bemoles!!!» o, cuando ya no estén los niños, «¡¡¡El de la Razón, se va al paredón!!!, ¡¡¡el de la Razón, se va al paredón!!!». Y así noche tras noche, hasta que un día ponga (porque esto ya ha pasado en otros países más adelantados), lo que todos deseamos: «Cerrado por defunción»; bueno, por defunción y sobre todo por chulo, claro.
Mira tú quien fue el que asesoró a Ana Colau con lo de los escraches.
Hola Antonio: Pues igual sí, es que hay que ser muy chulo para «Razón, aquí» Espero que no curres mucho 😉
Perdón, es Ada Colau, no Ana.
Hola Antonio: Como si se llama Maritrini… 😉
A mí es que me fastidia mucho tener razón.
Eso que le dices a tu amigo, no te metas en eso que tiene mala pinta… Y claro sale mal pintado.
Que le dices a la mujer, no te compres eso que es muy malo… Y no le dura ni el estreno.
Que le dices a la niña, cuidado con eso que te vas a caer… Y se da el leñazo.
Que le dices a tu jefe, eso así no va a salir… Y no sale ni con desatascador.
Lo que te digo Guisande, que tengo o tengo razón y me fastidia mucho.
Un saludo.
Hola René: Haz como yuo, que cuando alguien me dice si le doy la razón, le contesto. «te la vendo» 😉
Es igual que los anuncios de demandas de empleo que dicen: Se busca… yo que sé… albañil, inútil sin referencias. Jajajajajajajajaja
Hola Libelulares: 😉 😉 😉 más o menos
Pues …será el inútil sin referencias el que se cree toda la Razón la tiene el………….
Hola María: Posiblemente 😉
Este artículo podría ser tema de una obra de teatro, en plan cómico sería para troncharse. Un beso Manuel
Holo Orosia: Pues sí que sí, pero anda que estaba yo así… ya que los comentarios parecen serios y pensaba si no se entendía bien el artículo, aunque para mí estaba muy claro 😉 Un beso
Clase de matemáticas:
Leer = Placer
Reir = salud
Reirse de uno mismo = Disfrutar
Si lo sumas todo igual encuentras al señor “bajito que se vende” la razón, por inútil que parezca hoy día buscar un empleo con referencias.
Un saludo.
Hola René: Me gusta eso de reirse de uno mismo=disfrutar, que gran razón. ¿vas a venir en verano a La Cpruña? Si vienes… avisa ¿vale? y no tomamos algo.
Voy la segunda quincena de agosto, ya te diré más cosas haber si nos podemos ver.
Un saludo.
Hola René: Tú avisa, ¿vale?