Monólogo: «Para independientes… los gallegos»

Mira que esta el personal paranóico con esto de independizarse. Para independientes nosotros, lo gallegos, que ya nacimos con una maleta en la mano, eso sí que ser independiente neniño.

Yo no sé cómo son los vascos, los andaluces, los de Ayamonte del Pionar o los de Ciudad Real; pero nosotros, los gallegos, eso de la tierra lo tenemos muy superado, pero que mucho, y hasta si te soy sincero nos molesta, porque es ver la tierra y solamente pensar en que hay que sacharla…

Nosotros realmente no necesitamos una tierra, para qué. Tú vas por ejemplo a Sierra Leona, ¿y tú crees que allí un gallego se siente solo, que le entra la morriña?… ¡¡¡ que va !!!!, ni solo ni morriña ni gaitas. Llegas a Sierra leona, preguntas entre todos los zulúes de la zona si habrá algún gallego, y en cuanto contactes con uno, todo solucionado, pero todo.

Lo normal es que te digan que digan que vayas a un bar que se llama Gurungurúlú, que el dueño se llama Lavandeira y que es de Lalín. Y en cuanto hables con él, no necesitas más. Ni embajada, no consulado ni representación diplomática ni leches. Lavandeira, con dos bemoles. Lavandeira lo es todo. Diplomático, asesor, gerente, albañil, amigo, tornero fresador, gallego… Todo.

Porque nada más hablar, Lavandeira te dice: «Oes, ¿e tí quen ves sendo…? ». Y en cuanto le digas que eres de Arcade o Chapela… neniño, como si estuvieras en casa. Entonces ya te habla de un cuñado, de un sobrino de un concuñado, de uno que vendes ostras en A Pedra en Vigo o de otro que hace la línea 4 en un bus en La Coruña.

Y cuando estas así que no te lo crees te suelta: «Oes, Vai alí a un sito que le chaman Bangarugú, que es un hotel e que nos chamamos Casa Rosa e pregunta por o dueño, por Milucho». Y en efecto, llegas al hotel Bangarugú; o sea, a Casa Rosa, abres la puerta, ves a Milucho… y no tienes que decir nada, pero nada de nada. Es mirarte Milucho y te dice: «Oes, ¿eres o de Arcade?». Y tras mirarte de reojo te suelta: «¿o de Chapela?». Y no falla. Flipante, no es que acierte, es que lo sabe.

Y como se te ocurra decirle «¡¡¡ Ay Milucho, mira que me tomaba yo un albariño y unos pimientos… !!! ». Nunca tal cosa dijeras, hombre. Pues ni que estuvieras en el mismísimo Padrón. Te coge Milucho por el hombro, te lleva a la cocina, abre la nevera y de allí te saca cuatro marcas de albariño; pimientos de Padrón; ostras de Arcade; pulpo a feira; dos docenas de mejillós, de Vigo o Arousa, pa elegir; nécoras; centollas; percebes y de postre tarta de Santiago, almendrados de Allariz, queso do Cebreiro y hasta te hace una queimada, lo que quieras.

Y esto ocurre en Sierra leona, en Guayaquil, en las islas Barbados o en las islas Feroe en Transilvania o en Sirlanka. Nosotros los gallegos ¿la tierra? ¿independizarse?, bueno hombre. Nosotros con una maleta y el mundo por montera, sobre todo eso, por montera, por que torear, lo que se dice torear, marear, marear mareamos que non vexas.

Buen finde y que los disfrutéis

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