No entiendo; hoy acaban las Olimpiadas y no he visto la cinta. ¿Dónde está la cinta?, ¿qué ha pasado con la cinta?, ¿porqué no hay cinta? Sí, esa que siempre estaba cuando alguien llegaba a la meta… bo. A mí de las Olimpiadas, de las competiciones en general, lo que más me molaba era la cinta. Bueno, no exactamente la cinta, sino cuando llegaba el atleta a la meta y con el pecho la tiraba; era un puntazo, sobre todo cuando la tele lo enfocaba de frente.
Se acercaba a cámara lenta, veías como se movían los músculos del rostro, de los brazos, de las piernas, si tenía o no una caries y al final… el éxtasis, la cinta que se caía suavemente haciendo unas preciosas y poéticas ondulaciones, como olas del mar, con una suavidad, con una delizadeza, una ternura…. ¡¡¡¡ Joé, qué bonita era la cinta… !!!!, me hacía una ilusión…
Yo me he pasado días viendo cintas. Otros, récords; yo, cintas. Empezaba una competición y mientras todos la veían y hacían toda clase de comentarios en casa, yo solo decía: «Avísame cuando esté cerca de la cinta». Y llegaba el tío a la cinta y a mí como si los demás se retiraran o pidieran asilo. Mi ilusión… la cinta, nada más.
Es que una llegada sin cinta para mi no es una llegada. Mucho chip, mucho sensor, mucho no sé qué, pero la cinta…. ¿a quién molestaba la cinta? A nadie. ¿alguien ha protestado alguna vez por la cinta? ¿hay acaso una asociación de afectados por la cinta?, ¿quizás a las mujeres encinta les fastidiaba la cinta?
La cinta no molestaba a nadie; excepto a los de maratón: esos que son tan raros, que corren 40 kilómetros. A esos creo que sí porque siempre que llegaban a meta la rompían así con la mano con desdén, en plan desaire, como diciendo: «Vengo más quemado que no sé qué y me pones ahora este obstáculo… ». Es comprensible, pero al resto…
Además que la cinta, cuando la enfocaban de frente a un deportista, a la altura del pecho era un motivo de inspiración para diseñadores y artistas. Veías a un tío o una tía con su camiseta de colores y la cinta le daba otro punto; podías crear una tendencia, una moda porque, como participan de muchos países y con muchos caretos… pues no es lo mismo una banda a lo ancho en tipo de China, que en uno de Senegal o de Islandia.
Esto de que no haya cinta es un error. Es como si ahora al salto de altura o la pértiga se quita la barra porque total, como hay un láser, te dicen que ha superado los 888,544 y te lo crees; pues no, no mola, pero no mola nada. Lo que mola es ver a la tipo rozando la barra, el palitroque ese. Pues la cinta… igual
Sí ya sé que esto empanao con esto de la cinta; pero repito, que para mí unas Olimpiadas sin cinta… claro que como último recurso puedes ponerle tú una a la tele y cuando llegue el primero tirar de ella, pero no es lo mismo porque además, no vaya a ser que estés despistado y cuando tires… pues gane otro. Bo, no entiendo nada.
A mi también me gustaba que tuviera la cinta, daba más credibilidad al llegar a la meta, no sé… parecía más real, más auténtico, si, estoy contigo, yo también la echo de menos…. ese golpe de pecho traspasandola… nada que ver!
Hola Merce: Es que mola la cinta, cuando la traspasabas cuasieróticamente ;). Que preciosidad. Un beso
Pues tienes razón no sé por qué en la mayor parte de las pruebas no hay cinta… y digo en la mayor parte porque en la de triatlón femenino sí que la he visto y muchas veces… porque mira que han repetido la llegada que ni con la photo finish se sabía quién llegó antes. Aquí te dejo la foto finish con cinta incluida para que te emociones un poco 😉
Hola Rozío: Yo veo esa foto y le doy el premio al que la hizo 😉 Un beso
Yo también añoro la cinta, como caía poco a poco ondeando al viento, todavía me emociona ver carros de fuego porque representa el espíritu olímpico, o cuando recuerdo a la Suiza Gabrielle Andersen terminando la maratón en los Angeles 84 cuando lo vi en la tele me pareció increíble, y que decir de Derrick Redmond en Barcelona 92 cuando en mitad de la carrera se lesionó y él quería seguir, su padre se abrió camino a empujones para llegar a él, lo abrazó y le dijo que no tenía por qué hacerlo y el hijo le contestó que si, si tenía que hacerlo, los dos entraron abrazados en la meta y el estadio le regaló un reconocimiento mayor que al ganador. Esto es el espíritu olímpico y la desaparecida cinta era parte de eso.
Por cierto en la maratón si hay una cinta enorme, que casi no ves al que viene y cuando llega el primero debe de pensar que se ha equivocado de prueba y se ha metido en otra de obstáculos.
Un saludo.
René
Hola René: No sabía eso de Derrick Redmond en Barcelona. Acabo de ver un vídeo. Bueno seguro que en las próximas Olimpiadas ponen la cinta. Un abrazo
Merece la pena verlo, http://www.youtube.com/watch?v=JwOhLsEgrbE
René
Hola René: La verdad que sí, que merece la pena verlo. Pues no sabía de esto. Me acuerdo, creo que también fue en Barcelona, una de maratón que llegó como inconsciente. Un abrazo