A mí el mito americano se me cayó estando en Texas, concretamente yendo a un zoológico; bueno, hay que explicar que yo no estoy en edad de ir a un zoológico a visitarlo, a que me encierren allí ya es otra cosa, pero lo que es a verlo… como que no, pero como los hijos de unos amigos se empeñaron en ir… pues ya te puedes imaginar; una ilusión bárbara eso de ir con siete siete enanos a los que ni puedes reñir porque no te entienden y con 37 grados a la sombra, lo ideal para pasar una tarde, vamos.
El caso es que iba así como a punto de descerrajar tiros a diestro y siniestro, que esto de Texas no sé qué tiene pero marca mucho, cuando alguien dijo que veríamos búfalos. «¡¡¡ Búfalos !!!», pensé (Nota: las exclamaciones las pongo porque quedan bien en el texto, de ilusión nada, a mí como si fueran aguiluchos, pero bueno).
Pues fue escuchar lo de búfalos y por mi mente pasaron 20.000 películas del Oeste, Buffalo Bill, Gerónimo, asaltantes de caravanas, forajidos, ladrones, políticos, los de bankia… y con un 4×4 nos adentramos en las megamacroinstalaciones en las que no ponen a la entrada una gasolinera de milagro.
Y así estaba, mirando al infinito, como soy yo, en plan lelo, cuando noté que los peques se alteraban; entonces cogí unos prismáticos y como a unos 200 metros vi un búfalo. El coche se paró, el búfalo nos miró, y a los pocos segundos se fue acercando. Un metro, dos, 15, 20, 50, 60… el todoterreno seguía parado y según se aproximaba lo que veía realmente era una bestialidad de carne en movimiento…
Y en esas estaba cuando creía que ya lo habíamos visto y nos íbamos a ir; pero no. El búfalo se acercaba y… mira que está lejos Texas, pues no me digas cómo empecé a acordarme del Apóstol Santiago, de Santa Teresa de Jesús, Fátima, Lourdes… todos juntos porque yo veía que el 4×4 no se movía y quien sí lo hacía y hacia nosotros era aquella mole.
Ya cuando estaba a unos veinte metros pensé que nos tendríamos que ir sí o sí, que no fuera ser que al bicho se le diera un arrebato ancestral y joé, que nos enviara a Cabo Cañaveral. Y ya hubo un momento que como esto lo de los pioneros los Usas lo llevan muy adentro… pues pensé que la suerte estaba echada y que a lo mejor íbamos a ser los primeros imbéciles que la íbamos patear allí mismo, en aquella especie de desierto por empeñarnos en estar tan cerca de la fiera.
Estaba ya de los nervios, pensando en que ya no volería a ver Galicia, cuando de repente escuché: «¡¡¡ oooooohhh !!!»; pero no fue un «¡¡¡ oooooohhh !!!» de terror, de pánico… ¡¡¡ que va !!!, fue un «¡¡¡ oooooohhh !!!» baboso, empalagoso, gelatinoso; un «¡¡¡ oooooohhh !!!» en plan Navidad, y entonces todos sacaron de bolsita de papel y por la ventanilla fueron dándole como bolitas marrones hasta que comió en sus manos. Y de verdad, que fue ver aquella patética y pastelera escena cuando pensé: «Sí hombre, cantarle ahora el Happy birthday to you y darle una Coca-Cola por si tiene sed». El salvaje Oeste, el salvaje Oeste… bo.
Pues tienes razon, para q se te caiga el mito,primero por tener q ir con site niños a un parque, q si ya con uno cuesta ya me lo imagino con tantos y con esa temperatura q donde mejor estarias seria a la sombra y tomando algo , despues vamos si yo veo q viene hacia mi un animal como ese, vamos q cuando se den cuenta ya yo estoy en galicia, ni 4xa ni narices,pues como tu bien dices si al bicho le da un arrebato no queda nada de ti, bueno ya lo de darle las bolitas es lo mas ,pero bueno texas es lo q tiene el salvaje oeste.como siempre buenisimo ,anda q no me rio yo,Un salugo Guisande y espero q haya ido todo bien.
Hola Bego: El mito americano… fue ver como le daban en la mano la comidita como a un bebé y lo del mito… ¡¡¡ qué decepeción !!!. Haz tú eso aquí con un toro… Un beso
Si en realidad lo único salvaje que había en el Oeste eran los propios americanos,que los búfalos son animales tranquilos,pero claro,aparece el John Wayne de turno con su rifle cazándolos a diestro y a siniestro y nos venden que aquello era peor que vivir en África con los leones,saludos 😉
Hola Seijodani: Buneo tranquilo tranquilos los bisontes… que arrebatos tenían y no había ibuprofeno, pero los indios eran también tranquilos, lo malo fue la tropa que se fue allá. Un abrazo y gracias por tu comentario
Si es que al otro lado del charco, en la zona Norte, la realidad se desvirtúa y nada es lo que parece… ni un simple búfalo.
Un abrazo
Hola Gran Javier: Recibí tu revista en papel ENTROPÍA y además de estar muy bien me parece alucinante que hayas podido sarla en estos tiempos y que ya vayas por el número 4. Eso solo lo consigue un fenómeno como tú y sé lo que me digo. Un fuerte abrazo y ¡¡¡ ENHORABUENA !!! crack.
Qué imaginación, por Dios…
Hola Carmen: Imaginación y maginación… la del búfalo, pensando, y acertaba, que el cohe era un comedero. 😉 Un beso
Esto del mundo salvaje es otra leyenda urbana…
En Asia se les da por jugar con las serpientes y los cocodrilos, los turistas alucinan pensando que pueden morder, pero que no, que morder es de mala educación. En África te pasean tranquilamente entre los leones, los búfalos y los monos, para que les hagas fotos, por cierto que los leones son muy aburridos porque duermen casi todo el día, los mas peligrosos son los monos, que te escupen y te rompen los limpias del coche. En América del sur se bañan en medio de las pirañas y las feroces tribus indígenas del Amazonas, mientras apuntan con la cerbatana hablan por el teléfono móvil, eso si los mosquitos son feroces y te atacan sin piedad. Bueno de América del norte ya no te digo nada…
Yo estas cosas prefiero verlas en la 2 después de comer, sentado en el sofá y con el aire acondicionado puesto, por que ver a toda esa gente que se hace tropecientos kilómetros con 40ºC al sol, es muy cansado y me da calor.
Un saludo.
René
Hola René: Yo dede que el ñu ya vive en casa… me lo creo todo
Recuerdo en unas expropiaciones íbamos en el coche por una corredoira de un pueblo coruñes, y de repente, aparece de la nada una manada de vacas enooorrrmmeesss, no pude más que cerrar los ojos y gritar: ¡¡¡por Dios Carlos, traaataaa de arrancarlo, por Dios¡¡¡¡¡….es lo que tié no tener pueblo, tendré que apuntarme a un de oferta Aquariuuuss….
Hola Cristina de la Coruña: 🙂
Es muy interesante conocer mundo, pero al final como en casa, no se está en ningún sitio.
Saludos.
Hola Teresa: Un cosa es estar en casa y otra viajar para ampliar la mente. Un beso