(Bueno, como es Fin de Semana y hay tiempo, ¿qué tal si cambiamos de registro y escribo un relato?. Si os gusta… pues escribo otro, sino, pues nada. Vosotros decidís, CON VUESTROS COMENTARIOS, que este es mi-tu-nuestro blog)
Siempre tenía el mismo problema como responsable de aquél auditorio. Cuando se hacía el silencio para que tocara el violinista o el pianista de turno, el público comenzaba a carraspear, a hacer los más variados sonidos guturales y entonces el artista tenía que dejar pasar un tiempo prudencial para iniciar su actuación.
No era mucho, apenas unos pocos segundos, pero lo peor era cuando a mitad de concierto nuevamente los espectadores empezaban su particular sinfonía con sus flemas encarceladas. Por lo general los músicos hacían oídos sordos y seguían interpretando la pieza que habían decidido tocar y que figuraba en los programas, pero más de una vez alguno cambió las interpretaciones por otras más cortas para llegar cuanto antes al final de la actuación e incluso hubo quien llegó a parar el recital para que abandonaran la sala los incontinentes bucales.
Un día decidió que una solución sería pasar con una escupidera por el patio de butacas y, con la mejor de las maneras, invitar al distinguido público a que depositaran en ella sus esgarros. El primer día, el recipiente, dorado y con unas asas para que el espectador pudiera cogerlo con las manos y escupir tranquilamente, quedó incólume. El segundo ya hubo quien se animó y sobre el fondo de la pileta dejó una pequeña masa viscosa verdosa.
Poco a poco, lo que en principio fue considerado una porquería se hizo cosa habitual, normal, y era frecuente ver a hombres, mujeres, jóvenes y ancianos coger aquella especie de vasija entre las manos, inclinar la cabeza como si aseveraran, y soltar sus flemas para luego sacar delicadamente un pañuelo y pasarlo por los labios como quien ha probado un manjar.
Curiosamente, salvo casos excepcionales, con este método se acabaron los problemas en los conciertos, y los artistas, aunque un poco sorprendidos cuando por alguna contingencia alguien solicitaba en el patio de butacas la pileta, se mostraban satisfechos al comprobar que sus intervenciones no sufrían interrupciones.
La muerte de algunos habituales asistentes de edad avanzada sirvió de punto de partida para iniciar un singular estudio. Cuando una persona mayor dejaba su excremento bucal en la escupidera, la retiraba inmediatamente y luego analizaba visualmente la forma, el color y la densidad del desecho bronquial.
Con el tiempo, paciencia y, sobre todo, preguntando cuando se producía un fallecimiento cuál había sido la causa de la muerte, llegó a poder diagnosticar un gran número de enfermedades. En ocasiones, cuando alguien escupía, al ver el esputo solía decir al espectador: «Perdone, después quisiera hablar con usted». Y luego, ya en un apartado, le explicaba la posible enfermedad que padecía, qué tratamiento debería seguir o qué‚ facultativo podía atenderlo.
Con esta peculiar forma detectó males a los que se les pudo poner remedio mediante una terapia adecuada al ser detectado a tiempo y el auditorio empezó a convertirse de una forma soterrada más en un centro de diagnóstico precoz que en un espacio dedicado al esparcimiento y la cultura.
Personas de todas las edades y estratos sociales hacían cola en la taquilla, sacaban las entradas, se sentaban en las butacas y esperaban ansiosos a que pasaran la pileta por las filas. Cuando escupían, inmediatamente le dirigían una mirada y si veían en él una sonrisa abandonaban sus asientos y salían a la calle con una sonrisa de oreja a oreja. En todas las sesiones el lleno en el auditorio estaba asegurado, aunque los artistas no comprendían que a los quince minutos la sala quedara casi vacía, y a él llegaban cartas y más cartas en las que se pedían más actuaciones. Ante el cúmulo de demandas y con las propinas que recibía por consulta decidió abandonar el viejo piso en el que vivía e instalarse en la zona centro de la ciudad con una oficinas donde atender a la clientela.
Se lo imaginaba y acertó plenamente. Fue el inicio de un próspero y lucrativo negocio que en la fachada tenía un cartel anunciador en el que se podía leer: «Gabriel Hernáez, musicólogo». Todos, o casi todos, sabían de qué iba.
La Cultura es Salud, pero la salud ¿es cultura?
Hola Fauve: la salud salud escultural ¿no? 😉
¡De verdad que sí! Qué bonito, Guisande 🙂
Hola Fauve: Pues si te gusta prepararemos otro relato, que es otro punto distinto a los artículos de humnor.
Magnífico relato, amigo Manuel, a pesar del asunto, un tanto desagradable, que le da razón de ser. Lo encuentro, en verdad, envidiable por su factura. Por cierto, hacía mucho tiempo que no me encontraba con la palabra esgarro, muy común en la parte de Galicia en que pasé mis primeros años de vida.
Un cordial saludo.
Un cordial saludo.
Hola Tío Chinto: El asunto la verdad que era desagradable, un poquillo, pero teniendo en cuente que él salvaba a tanta gente… y solo costaba la entrada 😉 Un abrazo. Lo de esgarro… no sé la verdad
Pues me has dejado sin palabras, por lo que con tu permiso echaré mano de una chuleta.
“Para cada problema complejo hay una solución simple, fácil de entender y completamente equivocada”.
Por cierto, me encantan los relatos cortos, te animo a seguir escribiendo, sea lo que sea, que salga de esa privilegiada cabecita.
Un saludo.
René
Hoa René: El problema de los relatos cortos, sean buenos o malos, es que al principio, al ver tanto texto, la gente se echa un poco para atrás porque no tiene tiempo. Un abrazo
La gente ya no tiene tiempo ni para una frase del twitter. Mejor: así nos queda más (tiempo) para los relatos 😀
Hola Fauve: Dentro de un tiempo escribiré otro relato, a ver si os gusta. Un beso
Que bueno!!, me gusta, para cuando el segundo relato?
Hola Angeleds: Pues si hay muchos comentarios, pronto otro relato. Habrá que ver. Un beso
Hola Manuel:
Me ha gustado………ya decia yo que la musica salva vidas…..
Hola Elena: Claro que salva vidas, pero muchas o, por lo menos, te calma, también se dice amansa. Un beso y gracias por tu comentario
A las fieras, desde luego: doy fe.
Hola Fauve: ok
La salud desde el punto de vista de la lectura es cultura… y ojála todo eso que está en la Áreas de atención primaria de los puntos PAC o como se llamen… que dicen: habrá comunicación y grupos de apoyo con terapias para las familias… psicólogos/psiquiatras… enfermer@s… médic@s… farmacéuticos… y digo yo: a la velocidad que nos atienden tengo mis dudas… si es cierto que si no tenemos salud… y ya no estamos … difícilmente habrá cultura. No sé si me explico bien… porque estoy desbordada con 50solesmas… y la culpa.culpita la tiene mi amigo Manuel Guisande… si¡¡¡ el mismo que nos regala el blog… AL FONDO A LA DERECHA¡¡¡… creo que voy a llamar a Gitane… para que me eche una mano… jajajjajaja..
SALUD. dos…
Desde Betanzos- Sole/ 50solemas
Hola Sole: Tú animo con los zuecos, que ya te vi en la tele y en el periódico y… muy bien. Un beso
Que verdad Manuel, que gran importancia tiene el mundo de las resonancias… donde mucha gente tiene la manía de clarificar la voz… cuando está excitada y necesita echar su esputo fuera… “es asqueroso” pero si sirve de arranque, bendita salud. Un remedio contra el mal aliento y no llegar a esos positos… es enjuagar la boca con agua oxigenada y agua del grifo a partes iguales. Un abrazo.
Hola Carmen: No sé, es una de esas tantas cosas que se me ocurren…ver la vida de otra forma, no hay que darle más importncia, aunque tenga su punto como medicina alternativa ;). Un beso
¡Ains me ha dado mucho asquito!, pero no dejo de reconocer, que esta muy bien. Por cierto, hoy mi post va de Rodribico, si quieres verlo (no me mates, por Dios), está en
http://www.laporteriadenela.com/2012/01/erase-un-vez-rodribico.html
y como no podía ser eres el Blog que recomiendo visitar, junto con la página de Xoxé Tomás.
Besos
Nela
Hola Nela: Muchas gracias por poner en tu post la historia de Rodribico. Un beso
Hola Manolo:
Era sabido que el recorte de la sanidad tenía soluciones más culturales. Con lo fácil que es compaginar la buena música con buen diagnóstico, y le siguen dando vueltas al copago y tonterías varias.
Un poco desagradable sí que es, pero ya podían aprovechar, y de paso hacer análisis de orina a los que tengan algún apuro en medio de la actuación. 🙂
UN ABRAZO
Hola Rafel: Buena idea 😉
Ajajajjajjj
Hola Fauve: 😉
muy bueno Manuel…
..saludos..
Hola Marijose: Gracias
Que si una se imagina esa escupidera ..con mucosidades verdosas…..como que se te quitan las ganas de …comerte una ensalada de leguga..unos grelos..,vamos cualquier alimento de ese color….jajajaj..pero..si el relato es muy bueno….
…buen dia..,un abrazo.
Hola Marijose: Simplemente es un relato con otro registro, otro punto. 😉
Un poco asquerosillo el tema del relato (una que es un poco tiquismiquis) pero la verdad es que está muy, pero que muy bien. Muy imaginativo.
Änimo con el siguiente relato, pero no dejes los artículos que aunque no comente me los leo todos.
Hola Montse: Pues neniña comenta ho !!!!! pues dentro de unas semans o a saber cuando…otro relato, y los artículos, pues también. Un beso
Hola amigos de manuelguisande.wordpress.com, necesito ayuda…
Tras cerrrar de las paginas de descarga Series.ly y Series Pepito.
¿Alguna pagina bajar juegos y peliculas?
Gracias…