Definitivamente no sé por qué la gente para vivir experiencias se va a Cancún a Egipto o a los altos del Golán. Coge el coche, vivas en Vigo, A Coruña, Lugo o Mérida, adéntrate unos 50 kilómetros al interior de tu provincia, encuentra un pequeño pueblo (en Galicia aldea) y empieza a vivir situaciones paranormales.
Por ejemplo, yo pensaba que las enfermedades eran igual en todo los sitios; vamos, que lo que padecí durante estos últimos días (sinusitis) se sufre lo mismo en una aldea que en una ciudad. Pues no; cuando vivía en A Coruña y estaba enfermo me quedaba en cama, tapadito y no me preocupaba de nada más; pero con la sinusitis he descubierto que en el campo esto de las dolencias es otra historia.
La sinusitis, y para resumir, porque es una porquería, es que tienes una infección nasal, mucho moco, bien; pues como los moquillos no son perfumme Fransins, Paris, y en el campo hay moscas que están al loro de todo lo que huele mal, porque es su hábitat, ellas quieren eso, los mocos. ¿Pues tu crees que me iba a imaginar yo alguna vez que iba a estar postrado en cama, con dolor de cabeza, y que en una mano iba a tener el termómetro y en la otra un mosquero para dar a diestro y siniestro en una guerra sin cuartel a estos atacantes porque en una casa de campo, y más en esta época, siempre hay moscardones?
Y suerte que en un momento de lucidez llegué a la conclusión de que lo único que querían, cuando revoleteaban entorno a mi nariz, era mi mocamen, porque sino… si veo que me asaltan y no sé porqué es, lo más normal sería pensar que no es que me encuentre mal y que tenga sinusitis, sino que me estoy muriendo, pudriendo por dentro y por fuera y que las moscas, como los buitres, vienen a llevarse lo que quede de mí empezando por la napia.
De verdad que hubo días que me sentí como esa inocente gacelilla que está agonizando en la sabana y los buitres vuelan alrededor de ella esperando el momento para lanzarse en picado y devorarla. Es que además, ni que fueran funcionarias y se turnaran porque ves tres o cuatro, te las cargas y aparecen otras tantas y así todo el día, y yo con el mosquero resistiendo como un héroe todos los ataques.
Claro, en esta batalla desigual me he cargado más de un vaso, tirado el teléfono, rayado un poco la pantalla del portátil, y me he dado con el mosquero algún que otro golpe en los brazos y en las manos cuando se posaba uno de estos simpáticos insectos. Pero claro, con el tiempo aprendí varias argucias. Cogía una sábana, me tapaba entero y dejaba un huequecillo para respirar (así no me encontraban) y otra estratagema que funcionó, y no sé si pasársela a los de la OTAN, fue cerrar todas las ventanas porque en la oscuridad, no sé qué hacen, porque lógicamente no las veo, pero sé que se paran o lo más obvio es que estudien, no sé, pero me dejaban tranquilo.
Yo estaba acostumbrado, cuando había algún insecto en casa, a utilizar de esos spray que le das a un botón y el liquidillo sale por donde quiere; y no solo lo echaba por la habitación, sino que me acercaba al bicho y le daba una hipersupersobredosis y hasta los seguía por toda la sala, que cuando me entra la vena asesina me conozco; pero como mi mujer, que además de traductora es enfermera, dice que todos esos productos son contaminantes… No me lo creo para nada, bo. Es más, como ella es sioux y sus descendientes son de las tribus Choctaw y Cheyenne y vivían en una reserva, de lo que estoy seguro es que tiene un trauma de tantos años relacionada con la bichería. Yo no digo nada, me mosquea, sí; pero, ¿dále tú con el mosquero?, anda, dále, dále tu, tío listo.
PD.- Gracias a todos los que me habéis escrito durante los días que estuve enfermo y me mostrasteis vuestro cariño. Nunca me preocupé si era Gripe A, ya sabía que era un robo de las farmacéuticas
Hola Manuel:
Me alegro de verdad que te hayas recuperado y también de que lo hicieras al modo tradicional. Mira el lado bueno, seguro que no dejaste el ejercicio en tu época en cama. Ahora sólo espero que te regalen unos vasos nuevos (libres de gérmenes) y que dejes de matar mosquitos por sobredósis. Seguro que la mano de plástico del matamoscas es mucho más entretenida y saludable 🙂
Un abrazo!!! 😉
Hola Javier: Pues muchas gracias, la verdad es que fue una sinusitis bastante fuerte y estuve fastidiado. Ahora ya me encuentro bien y de nuevo dispuesto para todos los trotes. Ahora tengo 15 días de vacaciones y, la verdad, me encuentro muy contento. No hay como tener salud. Muchas gracias y espero sacarte con lo que escribo una sonrisa. Muchas gracias y un fuerte abrazo amigo.
Mira Guisande, mira cómo acabar con las moscas.
Coges una caja de zapatos y le haces un agujero en un lateral. Coge un sapo y métele la cabeza por el agujero. Ponle a continuación una argolla para que no pueda meterla p’adentro. Úntasela después con miel y olvídate, el sapo sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Comer¡. Simplemente controla de vez en cuando que no se quede sin miel. Te garantizo éxito y felicidad: verás al sapo gordo y bien alimentado -lo que tranquilizará tu conciencia ecologista- y tú divinamente con tu mocamen pero sin moscas.
Si lo necesitas abre otro agujero en la caja y mete un segudo sapo. Mientras estás en cama puedes entretenerte viendo cuál caza más, cuál tiene la lengua más larga, puedes hacer apuestas con tu mujer y luego con los vecinos y luego un casino que te permitará comprar más sapos y hacer más casinos y…..
Hola aal: Si ya decía yo que tenías una visión de negocio como pocos. Es más, pinto a un sapo de color negro y le pongo el número 1, y otro rojo y el número 2. En vez de una bolita echo 5 minutos y…. ¡¡¡ Ganasa sapo rojo par !!!. Dios, que futuro tan prometedor veo ante mí. Gracias por la idea, que en época de crisis… Un abrazo.
Pobre Manuel, te imagino tirado en tu cama, sufriendo y gastando tus pocas energias con el mosquero. Perdona, pero me has hecho reir.Un consejo, hazte con una mosquitera, por si se repite la situación.
Te dire que mi método matamoscas desde hace unos 18 años es el que sigue: armada con un paño de cocina persigo al animalito por toda la casa a «trapazos». Aunque no me lo creas es bastante efectivo y ecológico y además con los años he adquirido gran habilidad en ese ejercicio.
Un saludo y disfruta de tus vacaciones.
Hola Beatriz: De verdad que cuando lo pienso me río yo también; pero me tenían desesperado. Si yo empecé con un trapito desde cama, pero no me daba xeito hasta que compré el mosquero y entonces el asunto cambió radicalmente; pero aún así, como no hablan, no les podía explicar que estaba armado y que seguro que iba a gnar; pero no es broma, que más de 50 me cargué y con un alegría….. Como te puedes imaginar, tengo un juego de muñeca que con un poco de entrenamiento Roland Garros y haciendo dejadas sobre la red… no hay Nadal que me gane, lo tengo claro; bueno el que lo tiene claro es «el manacorí», que según la tele en esa isla solo vive él. No hay más manacorís y es que no por mucho manacorí amanece más temprano. Un beso y gracias por tus comentarios que me entretuvieron mucho. Y cuando algún bloglector esté enfermo que me lo diga que le escribo una carta para animarlo.
Me alegro Manuel, que ya estés bién. Te explico mi metodo, antimosca del sueño, para ir a pescar, en Guinea. Me ponía el bañador más antiguoo, que tenía y me remozaba, con un litro de gas-oil, por todo el cuerpo. La mosca se-sé, al acercarse a mí, huía, despavorida. Hoy tienes el problema de que el gas-oil, es más caro.
Ésto vale igual para los mosquitos.
AMBOLO AMUI
Hola Julio: ¿De verdad que hacías eso?, porque me lo creo. La ideas es buena, pero claro, que entres en mi casa y en vez de cama te encuentres bidones… ¡¡¡¡ Oh Dios me has abierto los ojos !!!, ya entiendo porque las mosquejas son tan listas, claro, se llaman «sé-sé». Un fuerte abrazo buen amigo africano
…Pues yo que quieres que te diga. No es que me alegre mucho, sigo con mi lumbalgia y además infiltrado… y ahora…con quién voy a chatear en el Facebook? Casi hubiera preferido que te durase un poco más. Por cierto me parece fatal que te dediques a cazar moscas, pobres arañas…y ahora que van a comer ellas, teje que te teje todo el verano para atrapar la comida y tu quitándole el pan de la boca. Se consciente de que estás rompiendo el equilibrio de la naturaleza, a mi me daría verguenza
Hola Gábier: Ahora tengo 15 días de vacaciones y siempre hay un momento para chatear, no te preocupes. ¿Las arañas, teje que te teje? ¡¡Ay amigo !!, tienes que ir más por el campo, que esto ha ecolucionado mucho, ahora «tricotosan»l. Entre romper el equilibrio de la naturaleza y el psíquico que es el mío, que te voy a decir lo que prefiero. Y por cierto ¿no te ibas a suscribir al blog? Pues que sepas que mis datos internos dicen que no lo has hecho, así que hasta que no lo hagas, lo de ir a pescar con línea desde un pequeño barquito, que es el placer de mi vida, queda en suspenso. Por cierto, obviamente, que si vamos a pescar con miñoca, no me vengas que con mosca…. NO. Un fuerte abrazo.
Si montas los casinos ten cuidado con la familia Pelayo. Estos son unos fenómenos que viven del juego porque saben matemáticas y cálculo como el más fino de los catedráticos. El perro de ellos ya sabe tanto como un profesor de instituto. Además son unos psicólogos de categoría. Son capaces de acertar mirando fijamente al animalito. Los controlan de una manera chico….. De verdad, no juegues con ellos o te quedas sin patatas y sin nada en un bris
Hola All: He leído lo de los Pelayo. Ni de broma, juego yo con estos tíos, que son capaces de hacer un estudio matemático de las pulsaciones de los sopasos y son la ruina. Los tengo muy fichados, pero que mucho. Me van a engañar a mi los Pelayo…. era boa. Gracias de todos modo. Aquí o hueles a vaca y vienes con aperos… o no juegas. Un abrazo.
Bueno, pues ya que estamos todos contando nuestros métodos para librarnos de tan molestos insectos aquí va el que descubrimos unos amigos y yo un fin de semana en tierra pucelanas: poner en un platito veneno contra las moscas, pero en medio dedo de cocacola. Todo esto no es porque seamos muy inteligentes, ni porque dedicásemos largas horas a tratar de encontrar la solución a nuestro problema, sino porque estábamos un tanto ebrios y se nos cayó la cocacola en el platito de marras… Disfruta las vacaciones, Guisande, que a mí ya se me han terminado.
Abrazo,
Alberto
Hola Alberto: ¿Y dónde estuviste de vacaciones? Cuéntanos qué hiciste. Pues habrá que probar lodl plato. No, si al final la gripe A se cura con Cocacola, ya verás. Un abrazo y bienvenido. Me voy con toda la troupe a la piscina. Un abrazo
jejejeje
la verdad es que cuentas las cosas de una manera!!!
la sinusites es una»2putada», perdón,…la gripe A a su lado es un mequetrefe.
Eso sí, en los pueblos se vive distinto. Y dicen los viejos de la tribu galega, que las moscas y moscones de septiembre son l@s peores, por algo lo dirán.
hugs!
Hola Emma: Claro que sí, si cuando los mayores dicen algo… por algo será. Un beso
Fue un fin de semana de «acampedo» en el pueblo de un amigo, a 30km al sur de Valladolid. Teníamos 19 años…
Hola Alberto: Comprendo perfectamente. Un abrazo
Me he reído un rato con tu post de hoy. Me alegra de que estés bien.
Mi aldea (al ladito de la laguna de Sobrado)es el país de las moscas. A finales de septiembre es cuando empiezan a venir en plan «invasión». Se cuelan por las rendijas de las persianas. No exagero cuando digo que de cada habitación sacamos un recogedor de moscas.
Antes las matábamos con un spray superpotente pero ahora o han mutado o el spray lo han hecho light, porque lo único que hace es atontarlas un poco.
Mi padre y mis hijos están acabando un master en micro-caza, y se les da bastante bien. Guantes de goma, trapos, gorras, zapatos e incluso escobas, son las armas que utilizan. Cuando están de caza sólo son capaces de ver las moscas, así que mi madre ya se ha llevado algún guantazo. Después hay que aguantarla a ella, y según mi padre, es más duro que aguantar las moscas. 😀
Bicos.
Hola Virtu: Es que la gente de la «capi» no sabe lo que es esto y la desesperaciçon cuando quieres dormir la siesta. Un beso
Lo de las moscas en la aldea tiene mala solución. A nosotros nos dijeron una vez que había que colgar en un sitio alto una bolsa de plástico transparente llena de agua, como las que te dan cuando te compras un pez en un mercadillo. Por lo visto las moscas se acercan, se ven reflejadas y huyen despavoridas.La verdad es que no llegamos a hacerlo, pero quien sabe… Pero si su interés, el de las moscas, por los mocos es tanto como dices, quizás, dejar un pañuelito usado en un sitio alejado de ti podría servir. Eso sí, si me oyen los de sanidad seguro que me declaran persona non grata.
Hola PMM: Sí, pero hay un problema porque la bolsa, si la pongo colgada del techo,para una vez que se van de mi cama vuelven; y si coloco la bolsa frente a mí para que no vengan, a lo mejor quien se aterroriza soy yo al verme. Lo del pañuelo me parece mejor idea, que tengan su dosis. Déjate de los de Sanidad, que si esperas para que te den una cita por lo de las moscas, para cuando te reciban ya hay una mutaciçon y a saber el animal que es. Un beso
Hola, Manuel.
¡Ah, las moscas, ese ser maligno del que no te libras ni con un exorcismo! Mira que son pesadas las muy condenadas (después de hacer estas dos frases me he dado cuenta que de escribo poesía; anda la leche).
Yo recuerdo que cuando era pequeño, en casa de mis abuelos había una gran habitación, presidida por la cocina de hierro, de esas que se encienden y calientan con leña, donde las moscas campaban a sus anchas. Las habían de todos los tamaños, velocidades y habilidades: desde las grandes y lentas -modelo bombadero-, fáciles de cazar por los dos motivos, hasta las «spitfighter», esas pequeñas, rápidas como demonios y que ponían a prueba mis reflejos (algunas de éstas yo era capaz de coger, que bueno era yo en esas lides). Mi método preferido era atraparlas con la mano: el bicho está todo tranquilo ocupado en sus cosas; yo me acerco sigiloso, los ojos fijos en la víctima; mi mano derecha, con forma cóncava, se sitúa próxima al lugar de su reposo; poco a poco, con tranquilidad, la respiración contenida, y ¡zas! en un movimiento raudo, sin tocar el sitio donde está, la mosca intuye que la quieren apresar, inicia el vuelo, y mi mano-cárcel se cierra sobre ella. Después la tiro con violencia hacia el fuego de la cocina y… en fin no quiero contar el final porque sé que este blog lo leen también los niños. Vamos, una carnicería. Vietnam a mi lado… ná, una nimiedad.
Sé que las moscas me la tienen jurada y no me perdonan mis andanzas infantiles. Pero a mi piso no se acercan, que tengo mosquiteras y cuando alguna logra eludir los sistemas de seguridad, suelto a mis sobrinos y no dejan títere con cabeza.
Un abrazo
Hola Anxo: Has relatado perfectamente el drama de convivir con las moscas. Y esa caza furtiva colocando la mano y lanzar la zarpa un poco más alta cogiéndola en el momento del despegue.. qué alegría, aunque luego digas «¿Y esto? Ah, sí, una de sus alita». Pues no está mal que tengas esos entrañables, boelos y hermosos infantes recuerdos, pero que se te repitan otra vez, casado y con hijos… te aseguro que no es lo mismo. Un fuerte abrazo
traete aqui el matamoscas, que tenemos siempre algún moscardón sobrevolando (desde el buen sentido de la palabra)
Hola Becaría: Si sabré yo de moscardones. Un beso.
Guisande, non mebkhH´H-
Hola Rocío: Ha habido un problema te he enviado un correo a tu email. Leelo