Los norteamericanos, yo y los pioneros

Estaba tan tranquilo cogiendo, un día sí y otro no, patatas en la huerta, cuando oigo a mi vecina Maruja a grito pelado: «¡¡¡¡¡Jisande (aquí en la aldea, menos Guisande, todo lo que quieras: Sisande, Lisandre, Jasande… que más da), que hay que recoger las patatas que se las comen os ratos (ratones)!!!!!». «¿Todas?», pregunté. «Home, claro, todas, si es que quieres comerlas?». Y, tras esa lección de obviedad, cogí de sacho y me fui a la huerta.

Cinco riegos de unos veinte metros de largo cada uno. Tal cual los vi ya me preparé; fui a por una botella de agua de dos litros, porque de diez no había, unas cajas para poner los tubérculos, un paquete de tabaco y comencé con el sacho.

Llevaba poco más de cinco metros cavando (y cuando digo cinco, no son ni cuatro, ni dos, ni seis; cinco y sino que los mida el Comité Olímpico) cuando ya decidí quitarme la camisa, y así, con el torso al aire (porque la piel no podía arrancármela), la primera idea que me vino a la cabeza, por influencia de mi mujer, que es de Ohio, fue:«Como los pioneros norteamericanos, conquistando la tierra». Pero al llegar a los 15 metros me dije: «¿Pero qué pionero ni historias, joé, que yo me llamo Manuel, ni James, ni Mackein, que soy gallego y esto es un curre de la repera».

Así que dejé el sacho a un lado, me senté, bebí agua, fumé un cigarrillo y pensé: «Hago un poco más y paro, que aún me va a dar aquí un síncope cuando, en último extremo, tengo un supermercado a tres kilómetros y con las treinta patatas que he recogido ya hay para varias tortillas»

Gracias a Dios, de orgullo ando lo justo, que ya se sabe que este sentimiento es innato en el ser humano y, en exceso, es el inicio de muchos conflictos, de broncas, de peleas, de guerras y, en el plano individual y laboral, de dolores de espalda, que así estamos todos y no me digas que tú no.

Así que, dada la situación, encendí otro cigarrillo y, aunque no tenía muchas ganas, tuve que volver a pensar e hice un rewind mental: «Pero Maruja dijo recogerlas todas; pero todas, todas, todas; todas hoy; todas, pero puede ser mañana, o dijo recoger todas, pero puede ser pasado mañana».

Y ante las alternativas que tenía me quedé con «todas, puede ser mañana». Estuve a punto de elegir la de «todas pasado mañana», porque la de «todas hoy» estaba ya descartada. Entonces miré la caja que contenía los tubérculos, arramplé con ella y me dije: «Guisande, buena elección, pa casa». Encendí otro cigarrillo y, según caminaba, me di la vuelta y, al ver la tierra que me quedaba por sachar, en ese momento se derrumbó la idea bucólica que tenía de los pioneros norteamericanos y lo primero que pensé y, perdona la expresión, fue: «¿Pioneros?, qué gilipollas».

PD. ¡Ah! por cierto, que se me olvidaba. Como en mi casa está prohibido decir tacos y mi mujer sioux no sabe ninguno, si por casualidad preguntara qué significa «gilipollas», podéis decirle, «patriotas, valerosos, esforzados, héroes…». Ya sabéis, esas cosas que tanto les gusta. ¿Vale? Gracias.

Acerca de manuelguisande

Periodista, escritor, conferenciante y desarrollador de proyectos creativos
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20 respuestas a Los norteamericanos, yo y los pioneros

  1. Antón dijo:

    Hola Señor Manuel,

    Aquí me tiene usted después de terminar mi trabajo leyendo sus historias de las patatas, como ve ya es tarde, o temprano, depende como se mire, esta noche ha sido larga, usted me entiende, ¿verdad?

    ¿Pero usted pensaba que las patatas se guardaban para todo el año en la leira? No hombre no, Maruja, por cierto, como mi madre, tiene mucha razón, los ratos, los topos, los gusanos, incluso el exceso de agua a estas alturas puede pudrir la cosecha que tanto trabajo le están dando y no me compare las que puede comprar en el Super que las cosechadas por usted.

    Una vez «cacheadas» hay que guardarlas, lugar fresco y oscuro, además de ventilado. Antes de estos tendrá que escogerlas, las más grandes para un lado, las pequeñas en otro, las «roídas» para los animales, dije animales, no animal, no me malinterprete, y las podridas se tiran.

    Bueno Señor Guisande, o Jisande, o lo que usted quiera, me voy a dormir que ya es tarde.

    Buenos días tenga usted.

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Antón:
      Pues parece que hay uniformidad de criterio en cuanto al cuidado de las patatas. Ya están a buen recaudo, en zona oscura y ventilada. Ahora habrá que empezar a hacer tortillas. Por cierto, un consejo gastronómico. Mi mujer sioux hace patatas fritas con la monda, sin pelarlas, y son riquísimas. En USA se toman mucho así. Pruébalas, ya verás. Gracias por tu comentario.

  2. SR. JISANDE:
    ¿ cual és lo correcto Jisande o Guisande ? ¿ porqué, tiene que ser lo segundo, y no lo primero?.
    Hay una tradición oral, en la qué yo creo más, y que por cierto, está menos disvirtuada, que la escrita. Qué dice, que piensa: voy a escribir ésto porqué vende más, y así me puedo forrar, todo mentira. Quién le dice a Vd, SR AGRICULTOR, que inicialmente se llamaban JISANDE, sus ancestros, y qué después, por ésas cosas de la vida, fué evolucionando y se transformó en GUISANDE MON AMOUR.

    amolo amui

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Julio:
      ¿Qué fue primero el huevo o la gallina?, ¿qué fue primero Jisande o Guisande?. Imposible que de Jisande se pasara a Guisande debido a la «evolución», por una razón, me dice mi médico que no puedo evolucionar. Puedo, pero solo en el aire, como las avionetas; pero nada más. Si él lo dice… Gracias por tu comentario.

  3. emma dijo:

    ¿en las bucólicas granjas de Ohio no cultivan patatas?; conocido en primavera me pareció de película ese Estado, con sus bares de carretera con skye, tele, granjeros en lewis etc.Un viaje a los 60, o a los pioneros 🙂

    A las patatas los gallegos (como los irlandeses) le debemos mucho.
    Y lo de la monda a mí también me asombró «mondas de patata al queso»; yo las comí pensando , ay sí me ve mi abuelo…diría: eso pos porcos.
    Tienes buenos maestros, sí…yo no tengo apenas idea; fuí niña espectadora, y sí quería ayudar, siempre le daba con el sachito a alguna, y ale, por porcos.
    hugs!

  4. Javi dijo:

    EE.UU le debe a la patata, entre muchas otras cosas, la presencia irlandesa en aquellas tierras por la famosa crisis de la patata…en Ribeira, Manolo, serías sin duda Jisande. Por cierto, ni un yanki por el camping. Y no digo nada sobre tus esfuerzos labratorios que o si no te picas. Un abrazo.

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Javi:
      ¿Pero qué pasa? No me digas que hay tanta hambre a causa de la crisis para que solo se hable de la patata. Estaba convencido que los comentarios sobre este último artículo iban a ser sobre los «pioneros», claro que si se piensan que son unos <gi….», que se va a decir. ¿Será eso?. Ojalá me picara, así comería ajos pero no, por ahora ni un ajo. ¡ Ah!; lo de Jisande en Ribeira, fijo. Un abrazo. Envíame la foto y gracias por tu comentario.

  5. Anxo dijo:

    Debo decirte, mi querido Manuel, que no entiendo muy bien por qué los pioneros americanos han de ser tenidos por patriotas, valerosos, esforzados, etc, especialmente ante tu mujer, si fueron ellos quienes empezaron a quitarles las tierras a sus antepasados de manera un tanto descortés. Tú imagínate que fuesen los indios quienes ganasen las distintas batallas y liortas contra esos patriotas, valerosos, esforzados, etc. A lo mejor podría suceder que esclavizasen a esos patriotas, valerosos, esforzados, etc de piel blanca. Podría suceder incluso que tras casarte con tu Veneatra vivieses en un rancho amplio de Ohio, con grandes plantaciones de algodón, verdes praderas a diestro y siniestro, y totalmente lleno de patriotas, valerosos, esforzados, etc, esclavos tuyos diciendo: «¿Cómo le pongo el café, Bwana?» Y tú les responderías: «Con un poquito de orujo gallego, acompañado de unas mondas de patata, de esas que tenéis sachar de sol a sol, y por las cuales tenéis la espalda como un acordeón».

    Un abrazo.

    PD 1: Envíame la receta de esas patatas con monda, porfa.
    PD 2: Si algún descendiente de esos patriotas, valerosos, esforzados, etc pioneros está leyendo esto y desea demandarme por injurias o algo semejante, debo decir en mi descargo que no estoy totalmente en posesión de mis facultades mentales, porque me encuentro bajo los efectos alucinógenos de las hojas de las patatas de Manuel.

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Anxo:
      Pues justo lo que tu dices es lo que le digo yo a mi mujer, que mucho defiende Estados Unidos cuando fueron los invasores, que los metieron en reservas, como si fuera vino. En cuanto a las plantaciones…. imposible, no podría vivir observando que otros lo pasan mal, pero lo de traer de una tacada miles de litros de orujo, varias toneladas de pulpo y enseñarles a hacer empanada…. ni lo dudes, una auténtica romería. Pues ya le preguntaré sobre la receta y te la envió aquí al blog, para que otra gente la pueda probar. Me imagino que hoy en skipe me dará la receta y en cuanto la tenga la pongo aquí. Un abrazo desde Halicia y mánados una foto de Budapest. Gracias siempre por tus comentarios tan simpáticos. Siepre digo que tengo los bloglectores más ingeniososo de La Voz.

  6. Alberto dijo:

    Pues yo, que de gallego tengo más bien poco (a menos que le preguntés a un argentino), soy también apasionado del orujo, que me consigue mi suegro (asturiano, de Ibias; vamos, como si fuera gallego) y me lo traigo a este otro lado del Atlántico por garrafas de tres litros: así me entono yo y trato de educar a estos salvajes que tanto patriota, valeroso y esforzado héroe mataron.

    Y las patatas, de Idaho.

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Alberto:
      Dice mi mujer que las patas de Idaho son las mejores de EE UU. Por tu comentario noto que no te caen bien los americanos. Cuando estuve en Texas a mí me gustaría parar en pueblos que me encontré, pero mi mujer (yo creo que es muy mediosa) decía que no, que nos podía pasar algo. Era por el interior de Texas ¿tu crees que es peligroso parar en un bar de esos pueblos o, por ejemplo, algo que quise, llamar a un rancho para decir que eres de Europa, que nunca los vistes y si te lo pueden enseñar? Te agradecría mucho esta contestación a esas dos dudas que tengo. Gracias Albaerto y una pregunta más, si no te importa. ¿De dónde eres?. Un abrazo

  7. Alberto dijo:

    Hola Manuel:

    Soy aquél que te dejó un comentario en la entrada «¿Para qué quieren los americanos las piernas?», que nació en Barcelona, creció en Madrid y ahora está estudiando en Philadelphia.

    Pues hay americanos que me caen bien y los hay que me caen mal: como de cualquier otro sitio. Lo de salvajes se lo digo cariñosamente 😉 Lo que no soporto es el orgullo nacional colectivo, esas consignas de que si EE.UU. es el líder del mundo libre, la cuna de la democracia,… En fin, un chovinismo que deja al de los franceses a la altura del betún. Teniendo mujer estadounidense seguro que conoces el tema.

    Con respecto a lo de los pueblitos de Texas: es posible que tu mujer peque de prudente, pero también es cierto que en la América profunda hay gente muy conservadora y poco tolerante. Me explico: si paras en el bar del pueblo a comer y charlas un rato con alguien allí, probablemente no tengas problemas, a menos que por alguna razón (pegatina en el coche, algo que digas) expreses opiniones políticas diferentes de las suyas, a saber: a favor del aborto, a favor del matrimonio gay, comunista, socialista, «liberal»,… Yo no tengo experiencia concreta en Texas, pero paré en un pueblito digno de película en South Dakota y fueron muy amables conmigo. Comí en el único bar a la vista y me preguntaron qué hacía por aquellos lares con matrícula de New Jersey (iba camino de una conferencia en Utah). Eso sí, ni mención de política.

    Lo de entrar a preguntar en un rancho sí que me parece medio suicida: por menos sacan aquí la escopeta y te descerrajan dos tiros. Pero si conoces al dueño de alguno en el bar y le pides, a lo mejor te lo enseña; al fin y al cabo, la famosa hospitalidad sureña existe.

    ¿Recogiste el resto de las patatas o se las comieron ya os ratos?

    Un abrazo,
    Alberto

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Alberto:
      Ya me parecía que tu eras el que estudiabas en Philadelphia. Comprendo que con solo 300 años de civilización anden a tiros, pero echaba de menos el pararme y hablar en pueblos con el personal, como en España, me entiendes. O sin hablar, simplemente parar y ver porque USA es flipante solamente con observar. Son chouvinistas porque en ese país lo tienen todo (sol, playa, nieve…) y su ínica referencia externa es México. Salír del país a Europa es caro y, entonces a nadie se le ocurre. Los medios de comunicación comen el coco al personal y se creen los mejores… que le vas a hacer. Oye muchas gracias y, si no te importa voy a estar en contacto contigo porque quiero saber cosas de ahí, algunas dudas, ¿vale? Oye, muchas gracias por todo, un abrazo fuerte fuerte. España te espera o, por lo menos, un amigo aquí en Galicia. Recogí las patatas, pero al verme con el sacho me echaron una mano. No era mucho, pero es que yo no tengo fuerzas

  8. Lazaro C. dijo:

    Los norteamericanos, los pioneros y yo, si no te importa.

  9. Alberto dijo:

    Hola Manuel:

    Es muy cierto que hay circunstancias tanto históricas como sociopolíticas que explican la arrogancia estadounidense, pero eso no quita que me reviente igualmente.

    Cualquier pregunta, duda o tontería (como decía un profesor mío del colegio) es más que bienvenida y trataré de responderla lo mejor que pueda.

    Que aprovechen las tortillas. Un abrazo de tu amigo al otro lado del Atlántico,
    Alberto

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Alberto: pero no te vas a quedar ahí toda la vida Me imagino que volverás. ¿Cuánto tiempo vas a estar, cuándo vuelves a España?. Otra duda. Según mi mujer es peligroso preguntar a la policía en un pueblo pequeño porque tienen mucho poder, son pocos los agentes y si ven que eres extranjero te pueden chantajear ¿Es cierto?. Pues sí que estamos en plena fase de comida de tortillas y están muy buenas. Otro abrazo muy fuerte de tu amigo Guisande.

  10. Alberto dijo:

    Hola Manuel:

    Pues no, toda la vida no pero sí unos cuantos años: a mí me quedan entre dos y tres años de doctorado, pero mi mujer empezará su doctorado el año que viene; como lo suyo es experimental (neurociencia), probablemente le lleve cinco o seis años…

    Yo de la policía no me fío ni un pelo ni en los pueblos pequeños ni en las grandes ciudades. Tienen mucho poder y les gusta demostrarlo. Si quieres leer historias de miedo -y de verdad- échale un ojo a http://carlosmiller.com. La página está en inglés, pero hay traducción a traves de Google (curiosamente, español aparece bajo la bandera colombiana), que aunque sea malísima se entiende más o menos.

    Un abrazo,
    Alberto

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Alberto: Pues debe tener razón entonces mi mujer, bueno es saberlo. Pues nada, cuando te vengas por aquí puedes hacerme una vista. Un abrazo buen amigo.

  11. Mariaesther dijo:

    ¡Jajajaja, todo el entusiasmo del mundo no vale cuando uno se mete a hortelano de repente, real como la vida misma! Gracias por esos consejos respecto a la América profunda, yo estoy pensando en hacer una ruta en coche por allí el verano que viene y conocer la idiosincrasia de los paisanos que nos vamos a encontrar es muy importante. Saludos.

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