Mucho Nacho, mucho Nacho, mucho Nacho es, es

En España, hace ya bastantes años, en la década de los setenta, cuando yo era un chaval, de repente en la televisión (en blanco y negro, claro) con una voz de disco antediluviano informaban que, por ejemplo, «El joven palentino Nené Aguayo gana el maratón de Stuttgart». Entonces lo primero que el personal pensaba era, ¿quién es Nené?, para luego (pues viajar no viajaba nadie), interrogarse ¿Y dónde está eso de Sturtar o Estrugar o como se llame?

Despejada la segunda incógnita, que no importaba nada, pero nada de nada, porque como mucho el turismo que se hacía era ir al bar de enfrente, todos se centraban en quién diablos era ese tal Nené que había vencido a no sé cuantos extranjeros porque, por aquél entonces, a los de más allá de los Pirineos se les veía como si fueran de otra galaxia, casi seres superiores.

Nené aparecía entonces en televisión y, mientras los otros competidores tenían un físico atlético impresionante y una musculatura envidiable, nuestro héroe nacional, Nené, era escuálido, con granitos en la cara por la varicela, pelo negro como pegado a la cabeza, ojos pequeños con un cierto estrabismo y uno o dos dientes rotos que sobresalían y no precisamente por comer. Y pensabas que si ya era meritorio que hubiera ganado, más que lo dejaran inscribirse para competir sin hacerle antes una analítica para saber qué era exactamente lo que había detrás del dorsal 122. También entonces (obviamente la dictadura aprovechaba todo), a Nené se le hacía una entrevista que duraba la tira y según iba hablando se atisbaba cómo funcionaba este singular país.

Nené, que había ganado el maratón, empezaba a contar (desde luego nada de un centro de alto rendimiento, era boa) que su padre era panadero, que comenzó repartiendo barras por las calles del pueblo y que cada día recorría entre 6 y 10 kilómetros con mollete de pan para aquí, mollete de pan para allá. Luego, según explicaba al entrevistador, su padre se vino a más, y ante lo bien que iba el negocio familiar empezó a vender también en los pueblos de alrededor. Así que Nené fabricó una mochila en la que metía 30 o 60 panes y a patear todo el día Tierra de Campos.

Total, que Nené se hacía un maratón al día sin darle la mayor importancia. Entonces ocurría algo misterioso que iba a cambiar radicalmente la vida de Nené y de otros muchos nenés de la época. No me digas ni cómo ni cuándo, impepinablemente siempre aparecía «un señor»; sí, no se llamaba ni Juan, ni Luis, ni Gabriel, ni Manolo, era eso, «un señor» que un día vio a Nené, que estaba seguro que tenía cualidades, que hablaba con sus padres, lo subía a un coche y se lo llevaba a Madrid o a Barcelona. Y allí, en unas semanas, sin los 10 kilos de pan en la chepa, Nené volaba y al mes ya estaba participando en competiciones por toda Europa.

Bueno, pues yo soy un Nené bloguero de la vida (aunque algo más agraciado físicamente, creo), tanto como que un día no sé qué hice que me autosuscribí a mi propio blog y tengo miedo a darle a un botón para desautosuscribirme y que todo esto se vaya al tacho. Y como Nené bloguero que era y soy, cuando me hacen un comentario… allá voy yo directo tropezando por la casa a contestar y estoy tan ilusionado que la respuesta es más extensa que el artículo que escribí, pasan 5 minutos… y ya estoy mirando las entradas, llego a 800 hits al día… y no tiro bombas de palenque porque el recuento final es a las doce de la noche y no es plan.

Pues en medio de esta inocencia e ignorancia supina blogosférica, como a Nené, en mi vida aparece «un señor», pero con nombre y apellidos, Nacho de la Fuente, que me pone un día a las doce de la noche en su blog La Huella Digital  y al día siguiente, por la mañana, a eso de las 10, de los 800 hits que suelo tener en todo un día ya van 1.200, y tengo tantos comentarios que necesito una secretaria para redactarlos.

Pero tiene su lógica porque tu abres el blog de Nacho y si en vez de apartados, etiquetas o como le llamen, cada una de ellos tuviera una luz sería como la cabina de un Boeing 747. Nacho de la Fuente controla todo lo controlable, que si el Twitter y el reTwitter, el ipho y la reipho, el enlace y el reenlace, y es tanto lo que domina Internet que no solamente le dieron en Alemania el Premio Internacional BOBs 2006 al mejor blog en idioma español y en el 2008 por el mejor blog del año en el II Congreso de Webmasters de Madrid, sino que cuando le veo y le doy la mano me da calambre; de verdad, dicen que no es posible, que Internet no tiene nada que ver con la electricidad, que es una sugestión mía, que… pues digan lo que digan yo siento calambrazos, ¿será por eso de la Red? No sé.

¿Que cómo es Nacho realmente, como persona, además de un buen profesional? Pues Nacho es, eso, mucho Nacho, mucho Nacho, mucho Nacho es, es; mucho Nacho, mucho Nacho, mucho Nacho es, es.

PD. No me puedo olvidar tampoco, en estas ayudas blogosféricas, de muchos, pero muchos y muy buenos amigos, y de dar también las gracias a Francesc Pumarola Campeny, jefe de área de Canal Voz, que me ofreció crear un blog; al gerente de Canal Voz, Manuel Moreno Berguer, que me apoyó en la idea, así como al subdirector de La Voz de Galicia y mandamás de todo el tinglado digital, Carlos Agulló Leal, que a veces da las oportunas órdenes (por cierto muy, pero que muy bien dadas; vamos, perfectas), para que mi blog se ponga en Facebook y se dé a conocer.

Acerca de manuelguisande

Periodista, escritor, conferenciante y desarrollador de proyectos creativos
Esta entrada fue publicada en articulo, extranjera, General, Otras cosas de la vida y etiquetada , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

12 respuestas a Mucho Nacho, mucho Nacho, mucho Nacho es, es

  1. Nacho dijo:

    Jajjaja, Guisande, te has pasado tres pueblos. Ni yo soy tanto ni tú eres tan corto. Hasta me da vergüenza que mi nombre salga en el título de tu post (entrada, para no entendidos) con ese cuerpo y ese salero… Simplemente hice lo que hago desde hace casi 5 años desde el blog: enlazar con todo aquello que me gusta. Y si aún encima es de alquien tan cercano y simpático como tú, pues mejor que mejor. Veo que vas aprendiendo muy rápido los tejemanejes de la blogosfera y posiblemente más pronto que tarde me vas a adelantar por la izquierda. No lo dudes, para cualquier duda también estoy al fondo a la derecha.

    Un abrazo!!

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Nacho:
      Todos sabemos que eres un referente en el tinglado este de Internet, que si tu dices algo…. por algo es. Y eso, para los que empezamos, es muy importante. Un abrazo y mañana nos vemos en el periódico, naturalmente al fondo a la derecha. Guisande

  2. German S. Cancelo dijo:

    ¿Y a los que estamos con la pancarta de «Guisande For President» en 8ª fila nada de nada? jaja. Nené… igual ibas tan rápido corriendo que no me viste… Pero seguiremos ahí, llueva, truene o nieve… porque el blog mola! Y recuerda que lo importante es el camino, no la meta :o)

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola German:
      Pero sin aún no estoy ni en las primarias, Germany……y en el artículo agradezco todo los que hacen mis amigos. Joé la meta, parece que estás acabando conmigo. Yo no tengo metas, nací allí, en la meta, en el princpio de todo y el final de la nada. Es lo que tiene ser el que está en el medio de tres hermanos, que vives en el descansillo de la vida. Ni de primero ni de tercero, en el medio, como la H, la intercalada, claro. Gracias Germán por tu comentario.

  3. filomeno dijo:

    Por definición, amigo Manuel, un atleta gallego ( de herencia celta y sueva) siempre es más fornido que el mencionado en el texto del post…..
    Un saludo.

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Filomeno:
      Estoy de acuerdo con eso de ser fornido, pero conzco muy bien Tierra de Campos y allí hace un frío que en invierno, o sales de casa infiltrado, con anestesia total, o practicas atletismo dando vueltas a la mesa camilla. Gracias por tu comentario.

  4. puri sanchez dijo:

    Señor Guisande usted se lo merece. Y creo que no hace falta decir nada más.

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Puri:
      ¿Pero qué me merezco, que me dejas en ascuas? ¿y por qué eres tan mala que me llamas señor?. Puriña, por favor que me matas. Gracias por tu comentario y espero una ampliación de tu opinión a esta duda existencial.

  5. puri sanchez dijo:

    Te mereces todo lo bueno que te pase. Y señor te lo llamo por respeto, porque tu blog me parece genial, porque con tus historias nos haces olvidar por un segundo nuestros problemas y nos haces sonreir.
    Un saludo

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Puri:
      Gracias por tus deseos y, especialmente que cuando leas algo que escriba sonrías. Esta es la finalidad de este blog porque no me gusta entrar en la situaciones normales que nos agobian y nos preocupan a todos. Lo de señor no es necesario, prefiero que me trates de tu, que me siento mejor, ya que sino es como si me haces mayor. Muchas gracias por tu cariñoso comentario.

  6. Javi dijo:

    Mira Manolo, corre, ya tienes otro comentario! Deja de ir de aquí para allá con la pota de callos y céntrate en tu enganche internáutico!

    • Manuel Guisande dijo:

      Hola Javi:
      Esto de la pota de callos hay que explicarlo, Javier Ferrirós es músico, y cuando venía a casa nos tocaba a la guitarra temas de los setenta, y como durante tres días comimos callos y la pota estaba en la cocina, cuando interpretaba algo decíamos: !!!La pota de callos¡¡¡¡. Si entráis en Internet y ponéis su nombre, supongo que aparecerán algunos temas de este artista que se comía media pota. Espero que un día, cuando haga una canción la titule La pota de callos, qué menos. Gracias por tu comentario.

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